FEBRERO 1999 (Año 5, Número 2)
Contribución de la Sección Meteorología
Departamento de Geofísica de la Universidad de Chile
RESUMEN EJECUTIVO
En febrero se detectaron evidencias que el evento La Niña empezó a
debilitarse, luego de haber alcanzado su máxima intensidad durante enero.
Este proceso de declinación se intensificó durante la segunda mitad de
febrero y principios de marzo, lo que se tradujo en el establecimiento de
anomalías positivas de la temperatura superficial del mar
(TSM) superiores a 1°C en el Pacífico ecuatorial frente a las costas de América del Sur. De
todos modos, el debilitamiento del evento frío, que también se manifestó en
el índice de Oscilación del Sur y en la intensidad de los vientos alisios en
el Pacífico ecuatorial oriental, no se extiende aún a todas las variables
atmosféricas y oceánicas, y algunas de ellas continúan mostrando un
comportamiento típico del fenómeno La Niña. De este modo, y teniendo en
cuenta la discrepancia existente entre la evolución prevista por diversos
modelos de pronóstico de la TSM en el Pacífico ecuatorial, no es posible
anticipar con certeza si el actual evento La Niña terminará en una forma
más o menos abrupta durante el próximo otoño (como lo sugiere su evolución
en las semanas recientes), o si lo hará en una forma más pausada de modo de
alcanzar una condición aproximadamente normal durante el próximo invierno
austral (como lo indican algunos modelos dinámicos de pronóstico), o si el
actual evento frío se mantendrá en niveles moderados de intensidad hasta la
primavera (como lo anticipan algunos modelos estadísticos de pronóstico de
TSM). Teniendo en cuenta el alto grado de incerteza sobre la forma como
evolucionará la fase de declinación del evento La Niña, no es posible
todavía definir como serán las anomalías climáticas durante el próximo
invierno, aunque en el caso particular de Chile central puede afirmarse que el
proceso de normalización que se está produciendo en la TSM
del Pacífico ecuatorial central, hace disminuir la
probabilidad que se repita una situación de sequía como la que se registró
durante el invierno de 1998.
Comentarios específicos
Temperatura del mar
Durante la segunda mitad de febrero se registró un notable proceso de normalización de la
TSM en el sector oriental del Pacífico. La evolución
semanal de las anomalías de TSM en las regiones Niño 4,
Niño 3.4, Niño 3 y Niño 1+2 (Fig. 1),
da cuenta de un rápido calentamiento
en las regiones Niño 3 y Niño 1+2, donde en la primera semana
de marzo alcanzaron anomalías de +0.2°C y +1.3°C, respectivamente.
No es posible asegurar que este proceso de declinación continue al mismo ritmo
durante los próximos meses, pero claramente se trata de un proceso que los modelos
de pronóstico no habían anticipado. De todos modos, existen antecedentes previos de
calentamientos similares
(por ejemplo, el que se registró a fines de agosto de 1998 en las regiones Niño 4
y Niño 3.4) que persistieron sólo por algunas semanas.
Es necesario hacer notar que, como resultado de este calentamiento, la estructura
térmica que se ha formado en el Pacífico ecuatorial está caracterizada por un
mínimo absoluto cercano a 24°C en torno a 150°W (Fig. 2).
El aumento de TSM desde este punto hacia el este, favorece el debilitamiento de
los alisios en ese sector del Pacífico ecuatorial.
A nivel mensual (Fig. 3), se observa que la máxima intensidad
del evento La Niña se registró en diciembre pasado en el Pacífico ecuatorial central,
en tanto que en el sector occidental (región Niño 4), las anomalías
negativas de TSM aún siguen intensificándose.
Esta progresión hacia el oeste de las anomalías térmicas negativas resulta evidente
en el diagrama longitud-tiempo
de la Fig. 4, tomado del programa TAO-NOAA, donde además
se observa que las anomalías positivas de TSM al este de 130°W persisten
hasta la fecha de elaboración de este boletín.
La Fig. 5 muestra la estructura térmica vertical en el océano a lo largo
del Pacífico ecuatorial (diagrama profundidad-longitud) de acuerdo a lo observado por las
boyas del programa TAO-NOAA.
En el panel superior se muestra la distribución de las anomalías térmicas durante febrero.
Se destaca la aparición
de anomalías positivas restringidas a la superifice al este de 120°W, en tanto que al oeste
de 150°E se intensificaron las anomalías positivas (valores superiores a +2.0°C) a una
profundidad cercana a 100 m. En el panel inferior, se muestra el campo de anomalías térmicas
correspondiente al periodo 7-11 de marzo, observándose que las anomalías positivas observadas
en el sector oriental
han aumentado tanto en magnitud como en extensión espacial. Asimismo se advierte que en el Pacífico
central aumentaron en magnitud las anomalías negativas en torno a 100 m de profundidad, mientras que
en superficie aparecen más débiles respecto a lo observado en febrero. Además,
en el sector occidental se ve que las anomalías positivas se extienden hacia el oeste bajo
los 100 m de profundidad.
Es interesante destacar que, no obstante se aprecian signos de debilitamiento del fenómeno La Niña,
la anomalía de la temperatura en niveles medios de la tropósfera (500 hPa) sobre el círculo
ecuatorial ha continuado disminuyendo fuertemente, mostrando los siguientes valores normalizados
(desviaciones estándar): -0.3 en diciembre, -1.0 en enero y -1.8 en febrero.
Vientos alisios
Desde el inicio del evento La Niña, los vientos alisios a lo largo del Pacífico
ecuatorial han presentado un comportamiento anómalo persistente, caracterizado por valores
anormalmente intensos en el sector más occidental (160°E-150°W), en tanto que hacia
el este de esta región (150°W-100°W)
se han mantenido fluctuando en torno a las intensidades medias climatológicas.
Esta situación se mantenía a principios de marzo, con una velocidad de 12 m/s en la componente
del este a 850 hPa entre 160°E y 150°W, donde lo normal es 5 m/s en esta época del
año (Fig. 6). Otros índices de la intensidad de la componente zonal
del viento sobre el Pacífico dan cuenta de una disminución generalizada en la
intensidad de los vientos alisios durante febrero, en relación a lo observado en enero. Entre
estos, destaca la evolución observada en la región 135°W-120°W, donde la anomalía normalizada
en la intensidad del viento pasó de +0.1 en enero a -1.0 en febrero. Por otra parte,
en la parte superior de la tropósfera también se observó una leve disminución en
la intensidad de la componente zonal del viento a 200 hPa, cuya anomalía normalizada
cayó de +2.2 en enero a +1.7 en febrero.
Oscilación del Sur
El índice de la Oscilación del Sur disminuyó de +2.0 en enero a +0.8 en febrero
(Fig. 7), producto
de la disminución en magnitud de las anomalías de presión observadas en Tahiti (+1.0 hPa)
y en especial en Darwin (-0.2 hPa). Consistente con la disminución de la anomalía
de presión en Tahiti, en el sector norte y central de Chile también se registró una
leve disminución de estos valores, observándose las siguientes anomalías durante
febrero: +0.8 hPa en Antofagasta, +0.5 hPa en La Serena, +1.2 hPa en Valparaíso y
0.0 hPa en Concepción. En tanto, en Isla de Pascua se observó un valor anómalo
ligeramente superior al de enero (+3.0 hPa).
Nubosidad convectiva
La Fig. 8 muestra la alta persistencia que ha mostrado el patrón
anómalo de nubosidad convectiva en el Pacífico ecuatorial, el cual se caracteriza
por la presencia de anomalías positivas de radiación infrarroja emergente (RIE) en el sector vecino a
180°, indicando ausencia de nubosidad, y por valores negativos sobre Oceanía (alrededor
de 120°E), indicando la presencia de nubosidad convectiva muy intensa.
Este ha sido probablemente el rasgo más persistente del
actual evento La Niña, y pese a que pareciera haberse incrementado la presencia de
oscilaciones intraestacionales sobre el Indico, no se advierten mayores cambios.
Situación junto a la costa sudamericana
De acuerdo a la información proporcionada por el
laboratorio AOML/NOAA, se registraron anomalías negativas de TSM durante febrero en Baltra
(Galápagos) y en la costa central de Perú (Callao), aunque hacia fines de mes se
observaron anomalías térmicas positivas frente a las costas de América
del Sur (Fig. 2).
Indices de TSM para la costa de Chile
En la Fig. 9, que muestra la evolución de las anomalías de TSM
en tres sectores oceánicos frente a la costa de
Chile hasta enero de 1999: Chile.Norte (18°S - 24°S), Chile.Centro (29°S - 35°S),
Chile.Centro-Sur (36°S- 42°S), se observa que el calentamiento registrado en el sector
oriental del Pacífico ecuatorial también se observó en latitudes subtropicales, en
especial en la región Chile.C, donde la anomalía de TSM varió de -1.0°C en enero
a +0.3°C en febrero, aproximadamente. En la región Chile.C-S se mantienen las
intensas anomalías negativas. En la costa, de acuerdo a la información proporcionada hasta enero
por el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile, se mantenían las
anomalías negativas desde Arica hasta Talcahuano (Fig. 10).
Temperatura del aire
La evolución de las anomalías
de temperaturas extremas (máxima y mínima) diarias desde septiembre de 1998
se muestra en la Fig. 11.
En primer lugar, no se registran anomalías positivas tan intensas como las observadas
durante enero en la temperatura máxima, aunque desde mediados de febrero, prácticamente
a lo largo de todo Chile se registraron anomalías positivas, en especial entre 35°S y
40°S con valores superiores a +4.0°C. En el caso de la temperatura mínima se observó un
proceso similar, observándose anomalías superiores a +2.0°C desde 20°S hasta 50°S desde
mediados de febrero, las que se mantenían hasta fines de febrero desde 40°S hacia el norte.
Anomalías pluviométricas en Chile durante 1998
Contrariamente a lo esperado bajo la presencia de un fenómeno La Niña, la información proporcionada
por la Dirección Meteorológica de Chile mostró la existencia de déficit pluviométrico entre
20% y 50% para la precipitación acumulada en el bimestre enero-febrero en la región centro-sur
de Chile (Concepción-Puerto Montt). Cabe destacar, sin embargo, que estos déficit han disminuido
notoriamente durante las primeras semanas de marzo, observándose incluso superávit en algunas
estaciones.
Perspectivas futuras
Continúa siendo altamente incierta la evolución que tendrá la fase de declinación del fenómeno
La Niña, ya que a pesar que diversos modelos postulan que el evento se extinguirá durante 1999,
ninguno anticipó el rápido calentamiento observado frente a la costa sudamericana.
Al respecto, los vientos alisios anormalmente débiles
en este sector pueden jugar un rol importante en la persistencia de estas anomalías
térmicas. Sin embargo, son muchos los factores que aún pueden mantener las condiciones
anómalas propias de un evento frío, en especial el patrón de nubosidad convectiva
y los alisios anormalmente intensos en el Pacífico ecuatorial central, además de
las anomalías térmicas negativas en niveles subsuperficiales. Por lo tanto, se hace necesario
continuar un monitoreo constante de las condiciones anómalas del Pacífico ecuatorial, en especial
las relativas a la temperatura superficial del mar.
Teniendo en cuenta el alto grado de incerteza sobre la forma como
evolucionará la fase de declinación del evento La Niña, no es posible
todavía definir como serán las anomalías climáticas durante el próximo
invierno, aunque en el caso particular de Chile central puede afirmarse que el
proceso de normalización que se está produciendo en la temperatura
superficial del mar del Pacífico ecuatorial central hace disminuir la
probabilidad que se repita una situación de sequía como la que se registró
durante el invierno de 1998.
Leyenda de Figuras
Fig. 1 Evolución semanal de las anomalías de TSM (°C) en las
regiones Niño 4, Niño 3.4, Niño 3 y Niño 1+2.
Figura producida por CPC/NCEP/NOAA
Fig. 2 Campo de valores observados (panel superior) y de anomalías (panel inferior)
de la TSM en la región tropical del océano Pacífico.
Figura producida por CPC/NCEP/NOAA
Fig. 3 Evolución mensual de las anomalías de TSM (°C) en las
regiones Niño 4, Niño 3.4, Niño 3 y Niño 1+2.
Fuente: CPC/NCEP/NOAA
Fig. 4 Diagrama longitud-tiempo de las anomalías de TSM a lo largo del Pacífico
ecuatorial.
Figura producida por programa TAO/NOAA
Fig. 5 Diagrama profundidad-longitud de las anomalías de temperatura para el
mes de febrero (panel superior) y para el
periodo de 5 días 7-11 de marzo de 1999.
Figura producida por programa TAO/NOAA
Fig. 6 Evolución de la anomalía de la componente
zonal del viento a 850 hPa
en las regiones de la franja ecuatorial: 165°E-150°W y 150°W-100°W.
Figura producida por CPC/NCEP/NOAA
Fig. 7 Evolución mensual del índice de la Oscilación del Sur y de las
anomalías de presión atmosférica en Darwin y Tahiti.
Fuente: CPC/NCEP/NOAA
Fig. 8 Diagrama longitud-tiempo de la anomalía de radiación infrarroja emergente
a lo largo de la franja ecuatorial.
Figura producida por CPC/NCEP/NOAA
Fig. 9 Evolución mensual de los índices de TSM en tres regiones frente a la
costa de Chile: Chile.N (18°S - 24°S, 73°W hasta la costa),
Chile.C (29°S - 35°S, 74°W hasta la costa) y Chile.C-S (36°S a 42°S,
76°W hasta la costa).
Fuente: CPC/NCEP/NOAA
Fig. 10 Anomalías mensuales de la TSM en las estaciones costeras de Arica, Antofagasta,
Coquimbo, Valparaíso y Talcahuano, desde enero de 1997 a enero de 1999.
Fuente: SHOA/Chile
Fig. 11 Diagrama latitud-tiempo de las anomalías de temperatura máxima y mínima diaria
a lo largo de Chile. Las estaciones utilizadas son: Arica, Iquique, Antofagasta, Copiapó, Vallenar,
La Serena, Santiago, Curicó, Chillán, Temuco, Valdivia, Osorno, Puerto Montt, Coyhaique,
Balmaceda y Punta Arenas.
Fuente: Dirección Meteorológica de Chile
15 de marzo de 1999
P.
Aceituno y A.
Montecinos
Sección Meteorología - Departamento de Geofísica
Universidad de Chile
NOTA:
Este boletín es producido con apoyo del proyecto FONDEF 97-2028
y de la Dirección General
de Aguas del Ministerio de Obras Públicas (Chile).
Se agradece la colaboración de la
Dirección Meteorológica de Chile y
del
Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile (SHOA), por
el aporte de valiosa información climática y oceanográfica.
Una importante fuente de información que se utiliza regularmente en la elaboración
de este boletín son las páginas Web del
Centro
de Pronóstico Climático del National Center for
Environmental Prediction (NCEP/NOAA), del programa
TAO del Pacific Marine Environmental Laboratory (PMEL/NOAA),
del
Centro de Diagnóstico Climático del Cooperative
Institute for Research in Environmental Sciences (CIRES/NOAA)
y del programa de monitoreamiento del
Atlantic Oceanographic and Meteorological Laboratory (AOML/NOAA, Dr. D. Enfield).
EL BOLETIN CLIMATICO EDITADO POR EL GRUPO DE METEOROLOGIA DE LA UNIVERSIDAD DE CHILE
TIENE COMO OBJETIVO FUNDAMENTAL DIFUNDIR INFORMACION PUBLICA SOBRE EL COMPORTAMIENTO
DEL SISTEMA OCEANO-ATMOSFERA EN EL PACIFICO ECUATORIAL, PRINCIPALMENTE ENTRE GRUPOS
DE INVESTIGACION INTERESADOS EN LOS FENOMENOS EL NINO Y LA NINA Y SUS IMPACTOS. LAS
APRECIACIONES RESPECTO A LA EVOLUCION FUTURA DE LAS ANOMALIAS DEL SISTEMA
OCEANO-ATMOSFERA EN EL PACIFICO ECUATORIAL, ASI COMO SOBRE SUS IMPACTOS, NO SON DE
CARACTER OFICIAL, Y SOLO REPRESENTAN LA OPINION DE LOS RESPONSABLES DEL BOLETIN.
CONSIDERANDO LOS NIVELES DE INCERTEZA INHERENTES A LOS PRONOSTICOS CLIMATICOS, SE
RECOMIENDA EJERCER CAUTELA EN SU APLICACION A SITUACIONES ESPECIFICAS.