DICIEMBRE 1998 (Año 4, Número 12)

Contribución de la Sección Meteorología
Departamento de Geofísica de la Universidad de Chile


RESUMEN EJECUTIVO

En diciembre se intensificó el evento La Niña en el Pacífico ecuatorial central, donde la temperatura media de la superficie del mar alcanzó valores entre 1.0°C y 1.5°C por debajo del valor medio para esta época del año. Al mismo tiempo, al oeste de 140°W se mantuvo un flujo anormalmente intenso de los vientos alisios, registrándose anomalías cercanas a 2 desviaciones estándar en su intensidad. Esta evolución es consistente con los resultados de diversos modelos de pronóstico que indican que durante el presente verano se debería alcanzar la máxima intensidad del evento frío. De todos modos, es importante tener en cuenta que, en el sector costero sudamericano, las anomalías positivas de temperatura del mar asociadas al evento El Niño 1997-98 han sido extremadamente persistentes, de modo que sólo a fines de 1998 se produce la transición hacia la fase fría. En particular, en el sector oceánico frente a la zona central y centro-sur de Chile se registró en diciembre una anomalía térmica cercana a -1.0°C. En relación al comportamiento futuro del sistema océano-atmósfera, es razonable esperar que durante el verano se incrementen las anomalías negativas de temperatura superficial del mar en el Pacífico ecuatorial junto a la costa sudamericana. En relación al escenario climático durante este verano en Chile, la persistencia del fenómeno La Niña debería asociarse con condiciones relativamente lluviosas en el sur del país, como asimismo a temperaturas máximas inferiores a lo normal en el sector costero del norte de Chile, en especial al interior de la II Región (por encima de 2500 metros sobre el nivel del mar).

Comentarios específicos

Temperatura del mar

En términos generales, se intensificaron las anomalías negativas de TSM en el Pacífico ecuatorial, particularmente en las regiones Niño 3 y Niño 3.4. Específicamente, es en esta región donde se alcanzó la condición más anómala, con una desviación de 1.6°C por debajo del valor medio climatológico para diciembre. En la Fig. 1, donde se grafica la evolución de la anomalía media de TSM en cada región, se puede observar que con excepción del sector ecuatorial junto a la costa sudamericana (Niño 1+2), donde en noviembre y diciembre se registró una condición aproximadamente normal, en el resto del Pacífico ecuatorial las anomalías negativas de TSM se han intensificado progresivamente desde el inicio del periodo anormalmente frío en junio de 1998.

Como comparación, se muestra en la misma Fig. 1 la evolución de la anomalía normalizada de la temperatura media del aire a 500 hPa sobre la franja ecuatorial. Este índice, representativo de la condición térmica media en la tropósfera tropical, alcanzó por primera vez un valor negativo durante diciembre, desde el inicio del evento El Niño 1997-98.

En relación a las condiciones térmicas en niveles subsuperficiales del océano Pacífico a lo largo del Ecuador, los datos que entregan las boyas del programa TAO-NOAA muestran que durante diciembre persistieron las anomalías negativas de TSM al este de 160°E, con un máximo cercano a -5.0°C en 120°W y unos 80 m de profundidad (Fig. 2). Es interesante notar que este núcleo de máxima anomalía térmica negativa se ha ido progresivamente debilitando y desplazándose hacia el este, desde los 140°W (con una intensidad cercana a -6.5°C) en octubre, hasta aproximadamente 110°W (con una intensidad de -4.0°C) a principios de enero de 1999. Esta evolución es consistente con la propagación hacia el este de las anomalías negativas de la profundidad de la isoterma 20°C que se ha observado desde la fase de máximo desarrollo del fenómeno El Niño a fines de 1997 (Fig. 3).

Vientos alisios

La evolución de los índices de intensidad de los vientos alisios en tres zonas del Pacífico ecuatorial, presentada en la Fig. 4, muestra que en general se intensificaron las anomalías positivas, lo cual indica un reforzamiento de las condiciones anómalas que caracterizan el actual evento La Niña. Es particularmente notable la persistencia del flujo del este anormalmente intenso en la zona al oeste de la línea de la fecha (longitud 180°) donde, desde abril pasado y con la única excepción de agosto, han predominado anomalías cercanas a +2 desviaciones estándar. Esta fuerte intensificación de los alisios se extendió en diciembre al Pacífico central entre 175°W y 140°W. Desde una perspectiva espacial más amplia, se advierte en la Fig. 5 la intensidad del reforzamiento del flujo del este en la región ecuatorial entre 160°E y 150°W, donde en diciembre se registró un valor medio cercano a 11 m/s, muy superior al valor medio próximo a 3 m/s. Por otra parte, en el sector más oriental, entre 100°W y 150°W, la intensidad de los alisios se ha mantenido aproximadamente normal.

Con respecto a la circulación zonal en la parte superior de la celda de Walker, el panel inferior de la Fig. 4 muestra que durante los dos últimos meses (noviembre y diciembre) se han registrado anomalías normalizadas positivas entre +0.8 y +1.0, lo cual es coherente con la persistencia observada en el actual fenómeno La Niña.

Oscilación del Sur

Por sexto mes consecutivo, el índice de la Oscilación del Sur se mantuvo en un valor cercano +1.0 (Fig. 6), como resultado de anomalías báricas del mismo orden de magnitud en Darwin (-1.4 hPa) y Tahiti (+0.9 hPa). Por otra parte, en la región del anticiclón subtropical del Pacífico suroriental continuaron registrándose anomalías positivas de presión (+3.1 hPa en Isla de Pascua, +1.9 hPa en Juan Fernández, +1.2 hPa en Arica, +1.4 hPa en Antofagasta, +0.9 hPa en La Serena, +1.4 hPa en Valparaíso y +0.8 hPa en Concepción).

Nubosidad convectiva

Desde julio de 1998 se mantiene el patrón de anomalías de radiación infrarroja emergente (RIE) que es típico durante un evento La Niña: anomalías negativas de RIE en torno a 120°E, y anomalías positivas desde 140°E hasta la costa sudamericana, en especial entre 140°E y 180°.

Situación junto a la costa sudamericana

Indices de TSM para la costa de Chile

La Fig. 7 muestra la evolución de las anomalías de TSM en tres sectores oceánicos frente a la costa de Chile: Chile.Norte (18°S - 24°S), Chile.Centro (29°S - 35°S), Chile.Centro-Sur (36°S- 42°S). La localización exacta de cada una de estas regiones se muestra en la Fig. 8 del Boletín de noviembre de 1998, donde también se describen las características de los datos utilizados en los índices respectivos. Se advierte que durante diciembre, en las regiones Chile.C y Chile.C- S, se intensificaron las anomalías negativas que empezaron a registrarse el mes anterior, alcanzando un valor medio cercano a -1.0°C. En cambio, en la región Chile.N las condiciones térmicas se mantuvieron cercanas a la normalidad.

El Programa Oceanografía y Variabilidad Climática (Departamento de Oceanografía) del Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile (SHOA), mantiene un monitoreo de la temperatura superficial del mar en los principales puertos del país. En la Fig. 8 se muestra la evolución de la anomalía de TSM medida en Arica, Antofagasta, Coquimbo, Valparaíso y Talcahuano, entre enero de 1997 y noviembre de 1998. El periodo base respecto al cual se calculan las anomalías es 1980-1997. La máxima intensidad de las anomalías positivas asociadas al evento El Niño 1997-98, se registró en febrero de 1998 en Arica, en abril en Antofagasta, y entre mayo y junio desde Coquimbo hasta Talcahuano. En comparación con el comportamiento de los índices de TSM obtenidos con datos del NCEP/NOAA (Fig. 7), los cuales son representativos de un área más oceánica, la información del SHOA muestra que junto a la costa las anomalías negativas de TSM se establecieron varios meses antes. Esto es particularmente evidente en Talcahuano donde desde agosto se registra una condición más fría que lo normal, en tanto que el índice Chile.C-S (36°S-42°S) sólo muestra valores negativos a partir de noviembre pasado.

Temperatura del aire

La Fig. 9 muestra la evolución de las anomalías de temperaturas extremas (máxima y mínima) diarias durante el segundo semestre de 1998. En la zona central del país (30°S-40°S) persistieron en diciembre las anomalías positivas en la temperatura máxima con valores entre 4°C y 6°C por encima de lo normal a final del mes. En esa misma región, particularmente en torno a 40°S, las mínimas fueron por lo general más bajas que lo normal. Esta combinación de anomalías opuestas en las máximas y mínimas, parece reflejar la menor nubosidad y precipitación en la zona (mayor radiación solar diurna y mayor pérdida radiativa superficial durante la noche). En el sector norte del país, representado sólo por estaciones costeras (al norte de 30°S), se advierte una condición en general moderadamente más fría que lo normal, lo cual ha sido particularmente persistente en el caso de la temperatura máxima.

Anomalías pluviométricas en Chile durante 1998

La Fig. 10 muestra las anomalías pluviométricas en Chile (en términos de superávit o déficit porcentual con respecto al promedio climatológico) durante 1998. Se incluye la situación registrada en 1997. Como resultado de la influencia del fenómeno La Niña, 1998 finalizó con un fuerte déficit pluviométrico en la mayor parte del territorio nacional. De este modo sólo la estación de Punta Arenas, en el extremo sur, mostró un superávit de 28%. Entre la IV y la VI Regiones los déficit en la precipitación anual fueron superiores a 70%, alcanzando incluso valores superiores a 80% en algunos puntos de la IV Region. Es interesante indicar que en esta misma región, donde el déficit fue máximo, se registraron durante el año anterior niveles de superávit superiores a 100% (en algunos casos, como en las estaciones Copiapó y Vallenar el exceso pluviométrico fue superior a 5 veces la media climatológica). En la región centro-sur del país, los niveles de déficit pluviométrico durante 1998 oscilaron entre 40% y 60%.

Perspectivas futuras

Durante diciembre se intensificaron las anomalías típicas de un evento La Niña, lo cual es especialmente evidente en el incremento de la magnitud de las anomalías negativas de TSM en el Pacífico ecuatorial central y en la intensificación de los vientos alisios al oeste de 140°W. Esta evolución de las anomalías de TSM en la franja ecuatorial es consistente con lo anticipado por diversos modelos de pronóstico estacional (dinámicos y estadísticos). En particular, la Fig. 11 muestra las anomalías de TSM en la región Niño 3 pronosticadas por el ECMWF a partir de condiciones observadas en noviembre pasado. Este modelo, indica que las máximas anomalías negativas de TSM se presentarán durante enero y febrero de 1999, comenzando luego un proceso de normalización que podría terminar en el próximo otoño austral.

En relación al escenario climático durante este verano en Chile, la persistencia del fenómeno La Niña debería asociarse con condiciones relativamente lluviosas en el sur del país (Regiones VIII a X), como asimismo a temperaturas máximas inferiores a lo normal en el sector costero del norte del país, en especial al interior de la II Región (por encima de 2500 metros sobre el nivel del mar). Con respecto a las condiciones pluviométricas esperadas para el próximo invierno en Chile central, los antecedentes disponibles hasta la fecha son insuficientes para definir el escenario más probable. Este dependerá fuertemente de la evolución del actual fenómeno La Niña durante los próximos meses.

Leyenda de Figuras

Fig. 1 Evolución mensual de las anomalías de TSM (°C) en las regiones Niño 4, Niño 3.4, Niño 3 y Niño 1+2 (panel superior), y anomalía normalizada de la temperatura a 500 hPa en el trópico (panel inferior).
Fuente: CPC/NCEP/NOAA

Fig. 2 Diagrama profundidad-longitud de las anomalías de temperatura para el mes de diciembre de 1998.
Figura producida por programa TAO/NOAA

Fig. 3 Diagrama longitud-tiempo de las anomalías de la profundidad de la isoterma de 20°C, a lo largo del Pacífico ecuatorial.
Figura producida por programa TAO/NOAA

Fig. 4 Anomalía mensual normalizada de la componente zonal del viento a 850 hPa en tres regiones de la franja ecuatorial: 135°E-180°, 175°W-140°W y 135°W-120°W (panel superior); y anomalía mensual normalizada del viento zonal a 200 hPa en la franja ecuatorial, en la región 165°W-110°W (panel inferior).
Fuente: CPC/NCEP/NOAA

Fig. 5 Evolución de la anomalía de la componente zonal del viento a 850 hPa en las regiones de la franja ecuatorial: 165°E-150°W y 150°W-100°W).
Figura producida por CPC/NCEP/NOAA

Fig. 6 Evolución mensual del índice de la Oscilación del Sur y de las anomalías de presión atmosférica en Darwin y Tahiti.
Fuente: CPC/NCEP/NOAA

Fig. 7 Evolución mensual de los índices de TSM en tres regiones frente a la costa de Chile: Chile.N (18°S - 24°S, 73°W hasta la costa), Chile.C (29°S - 35°S, 74°W hasta la costa) y Chile.C-S (36°S a 42°S, 76°W hasta la costa).
Fuente: CPC/NCEP/NOAA

Fig. 8 Anomalías mensuales de la TSM en las estaciones costeras de Arica, Antofagasta, Coquimbo, Valparaíso y Talcahuano, desde enero de 1997 a noviembre de 1998.
Fuente: SHOA/Chile

Fig. 9 Diagrama latitud-tiempo de las anomalías de temperatura mínima y máxima diaria a lo largo de Chile. Las estaciones utilizadas son: Arica, Iquique, Antofagasta, Copiapó, Vallenar, La Serena, Santiago, Curicó, Chillán, Temuco, Valdivia, Osorno, Puerto Montt, Coyhaique, Balmaceda y Punta Arenas.
Fuente: Dirección Meteorológica de Chile

Fig. 10 Déficit y superávit pluviométrico, para la precipitación acumulada durante 1997 y 1998 en Chile. El índice, expresado en forma porcentual, se calcula como la diferencia con respecto al valor medio anual, dividida por dicho valor.
Fuente: Dirección General de Aguas y Dirección Meteorológica de Chile

Fig. 11 Pronóstico de TSM en la región Niño 3 por el modelo del ECMWF, a partir de condiciones observadas en noviembre de 1998.
Fuente: ECMWF's Seasonal Forecast Project

11 de enero de 1999

P. Aceituno y A. Montecinos
Sección Meteorología - Departamento de Geofísica
Universidad de Chile

NOTA: Este boletín es producido con apoyo del proyecto FONDEF 97-2028 y de la Dirección General de Aguas del Ministerio de Obras Públicas (Chile). Se agradece la colaboración de la Dirección Meteorológica de Chile y del Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile (SHOA), por el aporte de valiosa información climática y oceanográfica. Una importante fuente de información que se utiliza regularmente en la elaboración de este boletín son las páginas Web del Centro de Pronóstico Climático del National Center for Environmental Prediction (NCEP/NOAA), del programa TAO del Pacific Marine Environmental Laboratory (PMEL/NOAA), del Centro de Diagnóstico Climático del Cooperative Institute for Research in Environmental Sciences (CIRES/NOAA) y del programa de monitoreamiento del Atlantic Oceanographic and Meteorological Laboratory (AOML/NOAA, Dr. D. Enfield).

EL BOLETIN CLIMATICO EDITADO POR EL GRUPO DE METEOROLOGIA DE LA UNIVERSIDAD DE CHILE TIENE COMO OBJETIVO FUNDAMENTAL DIFUNDIR INFORMACION PUBLICA SOBRE EL COMPORTAMIENTO DEL SISTEMA OCEANO-ATMOSFERA EN EL PACIFICO ECUATORIAL, PRINCIPALMENTE ENTRE GRUPOS DE INVESTIGACION INTERESADOS EN LOS FENOMENOS EL NINO Y LA NINA Y SUS IMPACTOS. LAS APRECIACIONES RESPECTO A LA EVOLUCION FUTURA DE LAS ANOMALIAS DEL SISTEMA OCEANO-ATMOSFERA EN EL PACIFICO ECUATORIAL, ASI COMO SOBRE SUS IMPACTOS, NO SON DE CARACTER OFICIAL, Y SOLO REPRESENTAN LA OPINION DE LOS RESPONSABLES DEL BOLETIN. CONSIDERANDO LOS NIVELES DE INCERTEZA INHERENTES A LOS PRONOSTICOS CLIMATICOS, SE RECOMIENDA EJERCER CAUTELA EN SU APLICACION A SITUACIONES ESPECIFICAS.