JUNIO 2000 (Año 6, Número 6)

Contribución de la Sección Meteorología
Departamento de Geofísica de la Universidad de Chile

RESUMEN EJECUTIVO

Se mantienen las anomalías (tanto oceánicas como atmosféricas) propias de un evento La Niña, aunque debilitadas. Específicamente, los vientos alisios han estado fluctuando en torno a los valores climatológicos, aunque hacia comienzos de julio se presentan anormalmente intensos. Respondiendo a estos cambios, las anomalías negativas de la temperatura superficial del mar se han intensificado, aunque cabe señalar que la estructura térmica vertical se presenta más cercana a lo normal, en los primeros niveles del océano. La nubosidad convectiva mantiene el patrón de anomalías que ha caracterizado el presente evento, aunque es importante considerar la propagación de anomalías negativas de radiación infrarroja emergente hacia el sector de la línea de la fecha.
Por otra parte, los modelos de pronóstico estacional anticipan más bien condiciones en torno a lo normal para el trimestre julio-septiembre. Luego, no se esperan grandes variaciones durante los próximos meses respecto de lo observado durante junio.

Teniendo en cuenta que el evento La Niña se presenta muy debilitado, la relación entre la precipitación en regiones extratropicales (como Chile central) y el sistema océano-atmósfera en el Pacífico tropical se debilita, aumentando de esta manera la incertidumbre respecto de las condiciones pluviométricas futuras en estas regiones.

Comentarios específicos

Se analiza la evolución de diversas variables atmosféricas y oceánicas y su interpretación en relación con el estado del actual episodio de La Niña.

Temperatura del mar

Durante junio se observaron anomalías negativas de TSM a lo largo de todo el Pacífico ecuatorial (Fig. 1). Específicamente, en las regiones Niño 4 y Niño 3.4 se mantuvo el lento debilitamiento de estas anomalías, en tanto que en la región Niño 3 se observó una anomalía media de -0.4°C, luego que en abril se observara una anomalía positiva de 0.2°C. En el sector más oriental (región Niño 1+2), las anomalías negativas se han incrementado significativamente desde fines de mayo. La Fig. 2 muestra la evolución de la anomalía de TSM a lo largo del Pacífico ecuatorial. Es notable el aumento de la temperatura en el sector 120°-100°W, observándose anomalías positivas del orden de 1.0°C a principios de julio. Por otra parte, se observa una disminución del área con anomalías inferiores a -0.5°C, en especial en la región vecina a 170°W.

La evolución de la anomalía de la profundidad de la isoterma 20°C a lo largo del Pacífico ecuatorial (Fig. 3), muestra una intensificación de las anomalías negativas entre 160°W y 140°W, y en torno a 180°, lo cual aún no se refleja en la temperatura de la superficie del mar. Por otra parte, la comparación entre la estructura vertical de la anomalía térmica de junio y de los primeros días de julio (Fig. 4), indica una intensificación del núcleo negativo en torno a 140°W y 100 metros de profundidad, y del núcleo positivo en torno a 110°W y 50 metros de profundidad. En tanto, se mantienen las anomalías negativas débiles desde 160°E a 140°W en los primeros 50 metros de la capa superficial.

Vientos alisios

Los vientos alisios han estado fluctuando significativamente en torno a los valores climatológicos, en especial en la región 175°-140°W (Fig. 5). En este sector, las primeras semanas de junio se caracterizaron por vientos del Este anormalmente intensos, para luego debilitarse durante la segunda mitad del mes. Durante julio, sin embargo, los alisios nuevamente se han intensificado. Por otra parte, en el sector occidental de la cuenca (135°E-180°), los alisios se han mantenido anormalmente intensos la mayor parte del tiempo, aunque hay que hacer notar que iniciada la segunda semana de julio, se han debilitado rápidamente, apareciendo anomalías del Oeste en este sector. Entre 145°W y 120°W, los alisios han permanecido, en general, más débiles que lo normal, aunque con pulsos de intensificación de corta duración. La Fig. 6 muestra la evolución de los alisios, a lo largo del Pacífico ecuatorial, de acuerdo a los datos recopilados por el arreglo de boyas TAO. Se observa que hacia fines de junio se produjo una intensificación de los alisios, en especial en 3 sectores de la cuenca: en torno a 160°E, a 150°W y a 100°W. Además, se observa que en 140°E apareció a comienzos de julio, un pulso de vientos anómalos del Oeste.

Oscilación del Sur

Por primera vez, desde que se inició el evento La Niña en junio de 1998, el índice de la Oscilación del Sur presenta un valor significativamente negativo (-0.6), producto de una anomalía positiva de presión en Darwin (por segundo mes consecutivo), y de una anomalía cercana al valor climatológico en Tahiti (Fig. 7). En Isla de Pascua, en cambio, se registró una anomalía positiva muy intensa (4.1 hPa). Por otra parte, en el sector oriental del Anticiclón subtropical del Pacífico Sur, las anomalías de presión continúan sin un patrón definido, desde Arica hacia La Serena. Sin embargo, en la zona central y centro-sur de Chile, se registraron intensas anomalías negativas (-1.0 hPa en Valparaíso, -4.4 hPa en Concepción y -6.1 hPa en Puerto Montt).

Nubosidad convectiva en el Pacífico ecuatorial

A pesar que durante junio se restableció el patrón típico de anomalías de radiación infrarroja emergente (RIE) del actual evento La Niña, a mediados de mes se observó la propagación de anomalías negativas de RIE desde 120°E hacia el Este, las que provocaron la disminución de la intensidad de las anomalías positivas en 180° (Fig. 8). A comienzos de julio, se observa una nueva propagación de anomalías negativas desde el sector del océano Indico hacia el Pacífico occidental, por lo que se espera un aumento relativo de la actividad convectiva en torno a la línea de la fecha (longitud 180°).

Situación junto a la costa sudamericana

Desde 90°W hacia la costa se observa una intensificación de las anomalías negativas (Fig. 9), aunque hacia el sector central de Perú, se observó en promedio una anomalía positiva de 0.4°C durante junio. Hacia el sur, específicamente en el sector Chile.N, aumentó levemente la anomalía negativa de TSM, en tanto que en los sectores Chile.C y Chile.C-S ésta disminuyó en magnitud (Fig. 10).

Temperatura del aire en Chile

La evolución de las temperaturas extremas (máxima y mínima) desde enero a junio del presente año (Fig. 11), a lo largo de Chile, muestran una mayor presencia de anomalías negativas de la temperatura máxima desde la segunda semana de junio a lo largo de casi todo el país. Por otra parte, las anomalías de la temperatura mínima muestran una sucesión de intensas anomalías positivas y negativa, en especial entre 35°S (Curicó) y 45°S (Coyhaique), aunque los valores negativos más intensos (entre -6.0°C a -8.0°C) se observaron entre 39°S (Valdivia) y 47°S, aproximadamente.

Anomalías pluviométricas en Chile

Durante junio se registraron intensas precipitaciones desde Copiapó hasta Puerto Montt, lo cual hizo variar radicalmente el patrón de anomalías pluviométricas observado hasta mayo pasado. En la Fig. 12 se presenta la precipitación acumulada desde enero a junio, y la precipitación de junio, expresadas como déficit o superávit (notar que se cambió el rango de valores asociados a los símbolos en esta figura). En primer lugar, se observa que el supervávit pluviométrico hasta fines de junio es más intenso entre Copiapó y Curicó (35°S), disminuyendo en intensidad hacia el sur. En todo caso, la precipitación caída en junio pasado, presenta superávit superior a 100% entre 27°S y 42°S, siendo superior a 200% entre Copiapó y Curicó.

La evolución diaria de la precipitación (Fig. 13), en tanto, muestra la notable diferencia tanto en frecuencia como en intensidad, entre las tormentas antes y durante junio. Se observan básicamente dos periodos con una interrupción a mediados de junio, el cual se caracterizó por intensas anomalías negativas de la temperatura mínima (Fig. 11). Específicamente, a principios de junio se registró un evento de precipitación entre Antofagasta (23°S) y La Serena (30°S). Al norte de Curicó (35°S), se observaron 3 episodios de lluvias a partir de mediados de junio (aproximadamente). Desde Curicó hasta Puerto Montt, se puede indicar que la mayor parte del mes se registraron precipitaciones.

En la estación meteorológica automática del Departamento de Geofísica, cerca del centro de la ciudad de Santiago, se registró un total de 233 milímetros durante junio. La Fig. 14  muestra la precipitación acumulada cada media hora, durante los distintos episodios que se observaron durante el mes. El periodo con lluvias más intensas se registró entre la tarde del lunes 12 y el miércoles 14, durante el cual precipitó durante dos episodios. Durante estos días se registraron 135.2 mm, aunque el segundo episodio fue el más intenso de todos los observados durante este mes. Nótese que en torno a las 6 am del miércoles 14, cayeron 7 mm en sólo media hora. Los eventos de precipitación del 21, del 24, y del 27 al 30 de junio fueron de menor intensidad, aunque contribuyeron con casi 100 mm al total mensual. 

NOTA: Para mayor información sobre la evolución reciente de las anomalías climáticas en Chile ver el Boletín elaborado por el Departamento de Meteorología Aplicada de la Dirección Meteorológica de Chile.

Pronósticos de TSM en la región Niño 3 para el periodo julio-septiembre de 2000

Se analizan los pronósticos de TSM en el Pacífico ecuatorial central para el periodo julio-septiembre de 2000, desarrollados en distintos centros de investigación, los que fueron publicados en el número de junio de 2000 del Experimental Long-Lead Forecast Bulletin. La Fig. 15 resume los pronósticos, clasificados de acuerdo al tipo de modelo utilizado (dinámico, híbrido y estadístico). La mayoría de los modelos anticipa que las condiciones térmicas en el Pacífico ecuatorial central se presentarán entre -0.5°C y +0.5°C. En comparación con el pronóstico realizado en marzo (Fig. 12 del boletín climático de marzo), se observa que esta vez los modelos tienden a anticipar condiciones más cercanas a la normalidad que hace 3 meses atrás.

Listado de modelos utilizados:

A: Modelos dinámicos con acoplamiento entre el océano y la atmósfera
1 Center for Ocean-Land-Atmosphere Studies, Maryland, EE-UU (Kirtman y Shukla)
2 Lamont-Doherty Earth Observatory, New York, EE-UU (Chen y colaboradores)
3 National Center for Environmental Prediction - NOAA, EE-UU (Wang y colaboradores)
4 Center for Ocean-Land-Atmosphere Studies, Maryland, EE-UU (Zhu y colaboradores)
5 Bureau of Meteorology Research Centre, Melbourne, Australia (Kleeman)

B: Modelos híbridos con acoplamiento entre el océano y la atmósfera
6 Scripps Institute - UCSD-San Diego, EE-UU y el Max Planck Institute, Alemania (Barnett y colaboradores)
7 Department of Atmospheric Sciences, Seoul National University, Corea (Kang y colaboradores)

C: Modelos estadísticos
8 Neural Network: British Columbia University Canada (Tang y colaboradores)
9 Linear Inverse Modeling: CDC-CIRES-NOAA, EE-UU (Penland y colaboradores)
10 CLImatology-PERsistence: Colorado State Univ., NOAA-AOML, EE-UU (Landsea and Knaff)
11 Markov Model: EMC-NCEP-NOAA, EE-UU (Xue y Ji)
12 Constructed Analog: CPC-NCEP-NOAA, EE-UU (van den Dool)
13 Canonical Correlation Analysis, IRI-Columbia University, EE-UU (Landman)
14 Singular Spectrum Analysis: UCLA, EE-UU (Saunders y colaboradores)
 

Perspectivas futuras

Se mantienen las anomalías (tanto oceánicas como atmosféricas) propias de un evento La Niña, aunque debilitadas. Específicamente, los vientos alisios han estado fluctuando en torno a los valores climatológicos, aunque hacia comienzos de julio se presentan anormalmente intensos. Respondiendo a estos cambios, las anomalías negativas de la temperatura superficial del mar se han intensificado, aunque cabe señalar que la estructura térmica vertical se presenta más cercana a lo normal, en los primeros niveles del océano. La nubosidad convectiva mantiene el patrón de anomalías que ha caracterizado el presente evento, aunque es importante considerar la propagación de anomalías negativas de radiación infrarroja emergente hacia el sector de la línea de la fecha.
Por otra parte, los modelos de pronóstico estacional anticipan más bien condiciones en torno a lo normal para el trimestre julio-septiembre. Luego, no se esperan grandes variaciones durante los próximos meses respecto de lo observado durante junio.

Teniendo en cuenta que el evento La Niña se presenta muy debilitado, la relación entre la precipitación en regiones extratropicales (como Chile central) y el sistema océano-atmósfera en el Pacífico tropical se debilita, aumentando de esta manera la incertidumbre respecto de las condiciones pluviométricas futuras en estas regiones.

Leyenda de Figuras

Fig. 1 Evolución semanal de las anomalías de TSM (°C) en las regiones Niño 4, Niño 3.4, Niño 3 y Niño 1+2.
Figura producida por CPC/NCEP/NOAA

Fig. 2 Evolución semanal de las anomalías de temperatura superficial del mar a lo largo del Pacífico ecuatorial, desde enero de 2000.
Figura producida por el programa TAO/NOAA

Fig. 3 Evolución semanal de las anomalías de la profundidad de la isoterma 20°C a lo largo del Pacífico ecuatorial, desde enero de 1998.
Figura producida por el programa TAO/NOAA

Fig. 4 Diagrama profundidad-longitud de las anomalías de temperatura para el mes de junio de 2000 (panel superior) y la pentada del 2 al 6 de julio de 2000 (panel inferior).
Figura producida por el programa TAO/NOAA

Fig. 5 Evolución semanal de las anomalías de la componente zonal (Oeste-Este) del viento a 850 hPa a lo largo del Pacífico ecuatorial, en las regiones: 135°E-180° (panel superior), 175°-140°W (panel medio) y 145°-120°W (panel inferior).
Figura producida por CPC/NCEP/NOAA

Fig. 6 Evolución semanal de las anomalías de la componente zonal (Oeste-Este) a lo largo del Pacífico ecuatorial, desde enero de 2000.
Figura producida por el programa TAO/NOAA

Fig. 7 Evolución mensual del índice de la Oscilación del Sur y de las anomalías de presión atmosférica en Darwin y Tahiti.
Fuente de datos: CPC/NCEP/NOAA

Fig. 8 Diagrama longitud-tiempo de la anomalía de radiación infrarroja emergente a lo largo de la franja ecuatorial, entre el 11 de julio de 1999 y el 9 de julio de 2000.
Figura producida por CDC/CIRES/NOAA

Fig. 9 Campo de anomalías de la TSM en la región tropical para la semana centrada el 5 de julio de 2000.
Figura producida por CPC/NCEP/NOAA

Fig. 10 Evolución mensual de los índices de TSM en tres regiones frente a la costa de Chile: Chile.N (18°-24°S, 73°W hasta la costa), Chile.C (29°-35°S, 74°W hasta la costa) y Chile.C-S (36°-42°S, 76°W hasta la costa), desde abril de 1998 a junio de 2000.
Fuente de datos: CPC/NCEP/NOAA

Fig. 11 Evolución de las anomalías (diferencia con respecto al valor medio) de la temperatura máxima y mínima diaria a lo largo de Chile, a partir de información registrada en estaciones meteorológicas de Arica, Iquique, Antofagasta, Copiapó, Vallenar, La Serena, Santiago, Curicó, Chillán, Temuco, Osorno, Puerto Montt, Coyhaique y Punta Arenas.
Fuente de datos: Dirección Meteorológica de Chile

Fig. 12 Déficit o superávit pluviométrico acumulado entre enero y junio de 2000 (panel izquierdo), y en junio (panel derecho), en Chile. El índice, expresado en forma porcentual, se calcula como la diferencia con respecto al valor medio, dividida por dicho valor.
Fuente de datos: Dirección General de Aguas

Fig. 13 Extensión meridional y duración de los temporales en Chile, a partir de información diaria registrada en las estaciones meteorológicas de Arica, Iquique, Antofagasta, Copiapó, Valparaíso, Santiago, Curicó, Chillán, Concepción, Temuco, Valdivia, Osorno, Puerto Montt, Coyhaique y Punta Arenas. Las líneas delimitan zonas y periodos con precipitación diaria superior a 1 mm. El color azul indica precipitación mayor o igual a 10 mm/día.
Fuente de datos: Dirección Meteorológica de Chile

Fig. 14 Evolución horaria de la precipitación en Santiago (estación ubicada en el Dpto. de Geofísica) durante los días con precipitación en junio de 2000. Para mayores detalles vea la siguiente página, donde se despliega información meteorológica en tiempo real.
Fuente de datos: Departamento de Geofísica/Universidad de Chile

Fig. 15 Diagrama con los pronósticos de la anomalía de TSM en la región Niño 3 para el periodo julio-septiembre de 2000, en base a 14 modelos de pronóstico estacional.
Fuente de datos: Experimental Long-Lead Forecast Bulletin

14 de julio de 2000

A. Montecinos  y P. Aceituno
Sección Meteorología - Departamento de Geofísica
Universidad de Chile

NOTA: Este boletín es producido con apoyo del proyecto FONDEF 97-2028 y de la Dirección General de Aguas del Ministerio de Obras Públicas (Chile). Se agradece la colaboración de la Dirección Meteorológica de Chile y del Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile (SHOA), por el aporte de información climática y oceanográfica. Una importante fuente de información que se utiliza regularmente en la elaboración de este boletín son las páginas Web del Centro de Pronóstico Climático del National Center for Environmental Prediction (NCEP/NOAA), del programa TAO del Pacific Marine Environmental Laboratory (PMEL/NOAA), del Centro de Diagnóstico Climático del Cooperative Institute for Research in Environmental Sciences (CIRES/NOAA) y del programa de monitoreamiento del Atlantic Oceanographic and Meteorological Laboratory (AOML/NOAA, Dr. D. Enfield).

EL BOLETIN CLIMATICO EDITADO POR EL GRUPO DE METEOROLOGIA DE LA UNIVERSIDAD DE CHILE TIENE COMO OBJETIVO FUNDAMENTAL DIFUNDIR INFORMACION PUBLICA SOBRE EL COMPORTAMIENTO DEL SISTEMA OCEANO-ATMOSFERA EN EL PACIFICO ECUATORIAL, PRINCIPALMENTE ENTRE GRUPOS DE INVESTIGACION INTERESADOS EN LOS FENOMENOS EL NINO Y LA NINA Y SUS IMPACTOS. LAS APRECIACIONES RESPECTO A LA EVOLUCION FUTURA DE LAS ANOMALIAS DEL SISTEMA OCEANO-ATMOSFERA EN EL PACIFICO ECUATORIAL, ASI COMO SOBRE SUS IMPACTOS, NO SON DE CARACTER OFICIAL, Y SOLO REPRESENTAN LA OPINION DE LOS RESPONSABLES DEL BOLETIN. CONSIDERANDO LOS NIVELES DE INCERTEZA INHERENTES A LOS PRONOSTICOS CLIMATICOS, SE RECOMIENDA EJERCER CAUTELA EN SU APLICACION A SITUACIONES ESPECIFICAS.