MAYO 2000 (Año 6, Número 5)

Contribución de la Sección Meteorología
Departamento de Geofísica de la Universidad de Chile

RESUMEN EJECUTIVO

Luego de un periodo con anomalías de la temperatura superficial del mar por sobre los valores medios, se volvieron a intensificar las anomalías negativas, en especial en la región Niño 3. Junto con esta intensificación , también se restableció el patrón típico de nubosidad convectiva, y los alisios se mantienen anormalmente intensos, al menos en el sector occidental de la cuenca. Sin embargo, estos cambios en la intensidad del evento, no son lo suficientemente intensos (por ahora) como para esperar una reactivación del fenómeno La Niña. Luego, se mantiene la apreciación general que el fenómeno se está debilitando, lo cual se observa especialmente en la estructura térmica vertical del océano Pacífico ecuatorial. Además, los modelos de pronóstico de la temperatura superficial del mar, continúan anticipando la persistencia de una condición relativamente normal durante los próximos meses. Al igual que en el mes anterior, este escenario térmico aumenta la incertidumbre sobre las condiciones pluviométricas en Chile central durante el presente invierno, de acuerdo a lo observado en el pasado cuando prevalece una condición normal en el Pacífico ecuatorial central.

Comentarios específicos

Se analiza la evolución de diversas variables atmosféricas y oceánicas y su interpretación en relación con el estado del actual episodio de La Niña.

Temperatura del mar

Durante mayo se observó un  enfriamiento de la superficie del mar en el Pacífico ecuatorial central y oriental, lo que se manifestó como una anomalía media mensual cercana a cero en las regiones Niño 3 y Niño 1+2 (Fig. 1). Específicamente, a mediados de mayo aparecieron nuevamente anomalías negativas de TSM en el sector central-oriental del Pacífico ecuatorial, luego de varias semanas durante las cuales persistieron anomalías positivas (Fig. 2). En la región Niño 4, sin embargo, se observa una clara tendencia a la normalización desde principios de marzo, en tanto que en la región Niño 3.4 la anomalía de TSM se mantiene en torno a -0.5°C desde comienzos de abril.

Por otra parte, en niveles subsuperficiales se ha experimentado un progresivo calentamiento desde comienzos de año, en especial entre 180° y 160°W, y desde 130°W hacia el Este (Fig. 3). De acuerdo a la anomalía de la profundidad de la isoterma 20°C mostrada en la Fig. 3, el pulso de viento Oeste observado a comienzos de mayo originó la propagación de anomalías positivas (profundización) desde el Pacífico occidental hacia el Este, lo que podría justificar la aparición de anomalías positivas entre 130°W y 120°W desde principios de junio.  En la Fig. 4 se compara la estructura térmica vertical de mayo y de mediados de junio. En general se observa una disminución de la intensidad de las anomalías tanto negativas como positivas, aunque esto es más apreciable en las anomalías negativas tanto en superficie (en torno a 180°) como a 100 metros de profundidad (en torno a 140°W).

Vientos alisios

En general, se mantuvieron los alisios anormalmente intensos en los sectores occidental y central del Pacífico ecuatorial, en tanto que en la región oriental persisten más bien debilitados desde fines de enero (Fig. 5). Específicamente, los alisios han estado fluctuando en su intensidad desde fines de mayo, en especial en la región 175°-140°W, y en menor grado en la región 135°E-180°. Hacia fines de mayo se debilitaron y luego aumentaron en intensidad bruscamente a comienzos de junio, manteniéndose esta señal durante la primera mitad de junio. A la fecha de elaboración de este boletín, los alisios se debilitaron nuevamente.

Oscilación del Sur

Disminuyó el índice de la Oscilación del Sur desde +1.2 en abril a +0.2 en mayo (Fig. 6), lo cual se debe esencialmente a un aumento de la presión atmosférica en Darwin, donde se observó una anomalía de +0.8 hPa, ya que en Tahiti se mantiene la anomalía intensamente positiva (+1.1 hPa en mayo). Es interesante notar, que las fluctuaciones del IOS durante el presente evento La Niña se han debido a fluctuaciones de la presión en Darwin, más que en Tahiti. En Isla de Pascua, se mantuvo la anomalía positiva, aunque durante mayo alcanzó un valor extremadamente alto (+3.3 hPa). En tanto, en el sector oriental del anticiclón del Pacífico Sur las anomalías de presión continúan mostrando un patrón indefinido, con anomalías de  +1.0 hPa en Arica, -0.3 hPa en Antofagasta, +0.6 hPa en La Serena, -0.2 hPa en Valparaíso y +0.8 hPa en Concepción).

Nubosidad convectiva en el Pacífico ecuatorial

Se restableció el patrón típico de anomalías de radiación infrarroja emergente (RIE), que ha sido característico del actual fenómeno La Niña (Fig. 7). Este patrón se caracteriza por anomalías negativas de RIE (actividad nubosa convectiva anormalmente intensa) en torno a 120°E y por anomalías positivas (actividad convectiva anormalmente débil) en torno a 180°.  Este es un factor que favorece la persistencia de los alisios anormalmente intensos en la región occidental del Pacífico ecuatorial.

Situación junto a la costa sudamericana

Disminuyó drásticamente la extensión espacial de anomalías positivas de TSM en el sector oriental del Pacífico ecuatorial, quedando hacia mediados de junio un pequeño núcleo al norte del archipiélago de las Galápagos (Fig. 8). En particular, en Callao disminuyó la magnitud de la anomalía de TSM (-0.4°C en mayo), observándose hacia fines de mes valores por sobre el valor climatológico. Por el contrario, en la zona oceánica del norte de Chile (región Chile.N), disminuyó la anomalía positiva observada desde marzo, en tanto que en los sectores Chile.C y Chile.C-S la anomalía negativa de TSM disminuyó levemente su intensidad (Fig. 9).

Temperatura del aire en Chile

En la Fig. 10 se muestra la evolución de las temperaturas extremas (máxima y mínima) a lo largo de Chile, desde diciembre de 1999 hasta mayo del presente año. Se mantuvieron las anomalías negativas de la temperatura media máxima a lo largo de gran parte de Chile, entre Arica (18°S) y Puerto Montt (41°S); en tanto que al sur de 45°S persistieron anomalías positivas de la temperatura máxima, relativamente intensas.

Anomalías pluviométricas en Chile

La precipitación acumulada entre enero y mayo del presente año muestra básicamente dos sectores, con superávit pluviométrico entre Copiapó y La Serena, y déficit desde Ovalle hasta Coyhaique (Fig. 11). Específicamente, durante mayo aumentó la frecuencia de eventos de precipitación al norte de Curicó (35°S), observándose dos episodios débiles (Fig. 12). Comparativamente, los eventos observados en mayo al sur de Curicó, son menos intensos que los registrados a fines de abril, contribuyendo de esta manera al déficit pluviométrico que había hasta fines de mayo. Cabe destacar que las intensas precipitaciones ocurridas durante junio, han cambiado drásticamente este escenario, observándose hasta la fecha de elaboración de este boletín, un superávit desde Copiapó hasta Osorno.

En Santiago, tal como lo registra la estación meteorológica automática instalada sobre el techo del Departamento de Geofísica cerca del centro de la ciudad, se registraron dos eventos de precipitación durante mayo (Fig. 13). El primero y más intenso, se registró entre el 14 y 15 de mayo, acumulando 11.2 milímetros de agua caída, especialmente durante la noche del día 14. El segundo evento fue de baja intensidad (4.3 mm) y se registró especialmente el 24 de mayo al mediodía.

NOTA: Para mayor información sobre la evolución reciente de las anomalías climáticas en Chile ver el Boletín elaborado por el Departamento de Meteorología Aplicada de la Dirección Meteorológica de Chile.

Perspectivas futuras

Luego de un periodo con anomalías de la temperatura superficial del mar por sobre los valores medios, se volvieron a intensificar las anomalías negativas, en especial en la región Niño 3. Junto con esta intensificación , también se restableció el patrón típico de nubosidad convectiva, y los alisios se mantienen anormalmente intensos, al menos en el sector occidental de la cuenca. Sin embargo, estos cambios en la intensidad del evento, no son lo suficientemente intensos (por ahora) como para esperar una reactivación del fenómeno La Niña. Luego, se mantiene la apreciación general que el fenómeno se está debilitando, lo cual se observa especialmente en la estructura térmica vertical del océano Pacífico ecuatorial. Además, los modelos de pronóstico de la temperatura superficial del mar, continúan anticipando la persistencia de una condición relativamente normal durante los próximos meses. Al igual que en el mes anterior, este escenario térmico aumenta la incertidumbre sobre las condiciones pluviométricas en Chile central durante el presente invierno, de acuerdo a lo observado en el pasado cuando prevalece una condición normal en el Pacífico ecuatorial central.

Leyenda de Figuras

Fig. 1 Evolución mensual de las anomalías de TSM (°C) en las regiones Niño 4, Niño 3.4, Niño 3 y Niño 1+2.
Fuente de datos: CPC/NCEP/NOAA

Fig. 2 Evolución semanal de las anomalías de TSM (°C) en las regiones Niño 4, Niño 3.4, Niño 3 y Niño 1+2.
Figura producida por CPC/NCEP/NOAA

Fig. 3 Evolución semanal de las anomalías de la profundidad de la isoterma 20°C a lo largo del Pacífico ecuatorial.
Figura producida por el programa TAO/NOAA

Fig. 4 Diagrama profundidad-longitud de las anomalías de temperatura para el mes de mayo de 2000 (panel superior) y la pentada del 14 al 18 de junio de 2000 (panel inferior).
Figura producida por el programa TAO/NOAA

Fig. 5 Evolución semanal de las anomalías de la componente zonal (Oeste-Este) del viento a 850 hPa a lo largo del Pacífico ecuatorial, en las regiones: 135°E-180° (panel superior), 175°-140°W (panel medio) y 145°-120°W (panel inferior).
Figura producida por CPC/NCEP/NOAA

Fig. 6 Evolución mensual del índice de la Oscilación del Sur y de las anomalías de presión atmosférica en Darwin y Tahiti.
Fuente de datos: CPC/NCEP/NOAA

Fig. 7 Diagrama longitud-tiempo de la anomalía de radiación infrarroja emergente a lo largo de la franja ecuatorial, entre el 20 de junio de 1999 y el 18 de junio de 2000.
Figura producida por CDC/CIRES/NOAA

Fig. 8 Campo de anomalías de la TSM en la región tropical para la semana centrada el 14 de junio de 2000.
Figura producida por CPC/NCEP/NOAA

Fig. 9 Evolución mensual de los índices de TSM en tres regiones frente a la costa de Chile: Chile.N (18°-24°S, 73°W hasta la costa), Chile.C (29°-35°S, 74°W hasta la costa) y Chile.C-S (36°-42°S, 76°W hasta la costa), desde marzo de 1998 a mayo de 2000.
Fuente de datos: CPC/NCEP/NOAA

Fig. 10 Evolución de las anomalías (diferencia con respecto al valor medio) de la temperatura máxima y mínima diaria a lo largo de Chile, a partir de información registrada en estaciones meteorológicas de Arica, Iquique, Antofagasta, Copiapó, Vallenar, La Serena, Santiago, Curicó, Chillán, Temuco, Osorno, Puerto Montt, Coyhaique y Punta Arenas.
Fuente de datos: Dirección Meteorológica de Chile

Fig. 11 Déficit o superávit pluviométrico acumulado entre enero y mayo de 2000 en Chile. El índice, expresado en forma porcentual, se calcula como la diferencia con respecto al valor medio, dividida por dicho valor.
Fuente de datos: Dirección General de Aguas

Fig. 12 Extensión meridional y duración de los temporales en Chile, a partir de información diaria registrada en las estaciones meteorológicas de Arica, Iquique, Antofagasta, Copiapó, Valparaíso, Santiago, Curicó, Chillán, Concepción, Temuco, Valdivia, Osorno, Puerto Montt, Coyhaique y Punta Arenas. Las líneas delimitan zonas y periodos con precipitación diaria superior a 1 mm. El color azul indica precipitación mayor o igual a 10 mm/día.
Fuente de datos: Dirección Meteorológica de Chile

Fig. 13 Evolución horaria de la precipitación en Santiago (estación ubicada en el Dpto. de Geofísica) durante los días con precipitación en mayo de 2000. Para mayores detalles vea la siguiente página, donde se despliega información meteorológica en tiempo real.
Fuente de datos: Departamento de Geofísica/Universidad de Chile

20 de junio de 2000

A. Montecinos  y P. Aceituno
Sección Meteorología - Departamento de Geofísica
Universidad de Chile

NOTA: Este boletín es producido con apoyo del proyecto FONDEF 97-2028 y de la Dirección General de Aguas del Ministerio de Obras Públicas (Chile). Se agradece la colaboración de la Dirección Meteorológica de Chile y del Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile (SHOA), por el aporte de información climática y oceanográfica. Una importante fuente de información que se utiliza regularmente en la elaboración de este boletín son las páginas Web del Centro de Pronóstico Climático del National Center for Environmental Prediction (NCEP/NOAA), del programa TAO del Pacific Marine Environmental Laboratory (PMEL/NOAA), del Centro de Diagnóstico Climático del Cooperative Institute for Research in Environmental Sciences (CIRES/NOAA) y del programa de monitoreamiento del Atlantic Oceanographic and Meteorological Laboratory (AOML/NOAA, Dr. D. Enfield).

EL BOLETIN CLIMATICO EDITADO POR EL GRUPO DE METEOROLOGIA DE LA UNIVERSIDAD DE CHILE TIENE COMO OBJETIVO FUNDAMENTAL DIFUNDIR INFORMACION PUBLICA SOBRE EL COMPORTAMIENTO DEL SISTEMA OCEANO-ATMOSFERA EN EL PACIFICO ECUATORIAL, PRINCIPALMENTE ENTRE GRUPOS DE INVESTIGACION INTERESADOS EN LOS FENOMENOS EL NINO Y LA NINA Y SUS IMPACTOS. LAS APRECIACIONES RESPECTO A LA EVOLUCION FUTURA DE LAS ANOMALIAS DEL SISTEMA OCEANO-ATMOSFERA EN EL PACIFICO ECUATORIAL, ASI COMO SOBRE SUS IMPACTOS, NO SON DE CARACTER OFICIAL, Y SOLO REPRESENTAN LA OPINION DE LOS RESPONSABLES DEL BOLETIN. CONSIDERANDO LOS NIVELES DE INCERTEZA INHERENTES A LOS PRONOSTICOS CLIMATICOS, SE RECOMIENDA EJERCER CAUTELA EN SU APLICACION A SITUACIONES ESPECIFICAS.