ABRIL 2000 (Año 6, Número 4)

Contribución de la Sección Meteorología
Departamento de Geofísica de la Universidad de Chile

RESUMEN EJECUTIVO

Desde principios de abril y hasta mediados de mayo el sistema océano-atmósfera en el Pacífico ecuatorial se ha mantenido en un estado estacionario, con anomalías débiles tanto positivas como negativas en la temperatura superficial del mar y en la intensidad de los vientos alisios. Sin embargo, en términos generales se puede afirmar que aún persisten anomalías típicas de un fenómeno La Niña en fase de extinción. Los modelos de pronóstico de la temperatura superficial del mar, mayoritariamente anticipan que debería mantenerse una condición relativamente normal durante los próximos meses. Esto aumenta la incertidumbre sobre las condiciones pluviométricas en Chile central durante el próximo invierno, de acuerdo a lo observado en el pasado cuando prevalece una condición como ésta en el Pacífico ecuatorial central.

Comentarios específicos

Se analiza la evolución de diversas variables atmosféricas y oceánicas y su interpretación en relación con el estado del actual episodio de La Niña.

Temperatura del mar

La evolución de las anomalías de temperatura superficial del mar (TSM) en abril dio cuenta de un significativo debilitamiento del fenómeno La Niña (Fig. 1), al punto que en la región más oriental el valor medio de abril ya es positivo ( +0.6°C en la región Niño 1+2 y +0.2°C en la región Niño 3). En el sector occidental persisten anomalías  negativas (-0.6°C en la región Niño 3.4 y -1.0°C en la región Niño 4), con una tendencia hacia una condión normal. De todos modos, desde principios de abril hasta mediados de mayo no se aprecian grandes cambios en la estructura térmica superficial, persistiendo una anomalía ligeramente negativa en la región Niño 3.4 (-0.5°C) y positiva en la región Niño 3 (+0.3°C).

En la Fig. 2 se aprecian detalles de la evolución del campo de anomalía de TSM desde principios de enero y hasta el 18 de mayo de 2000, en la región ecuatorial entre 140°E y 100°W, de acuerdo a información obtenida en el arreglo de boyas del programa TAO. Se aprecia la ocurrencia de un máximo de anomalías térmicas positivas en el borde oriental, a fines de abril, cuando se registraron desviaciones superiores a +2.0°C por encima de la media climatológica. En las primeras semanas de mayo estas anomalías han disminuido en magnitud, en forma consistente con una intensificación de los vientos alisios en el sector. Hacia el Oeste, la situación se mantiene bastante estacionaria, con persistencia de anomalías térmicas negativas relativamente débiles, con excepción de la zona entre 180° y 170°W donde todavía las desviaciones negativas son superiores a 1.0°C en magnitud.

Vientos alisios

No hay grandes cambios respecto a las condiciones descritas para el mes anterior. La componente de viento del Este a 850 hPa sobre el Pacífico ecuatorial (Fig. 3) se mantuvo anormalmente intensa en la región occidental (160°E - 150°W) durante abril, pero se ha debilitado significativamente durante las primeras dos semanas de mayo. Por otra parte, en el Pacífico ecuatorial central-oriental (150°W - 100°W), desde principios de abril se observa una intensidad normal.

La Fig. 4 muestra la evolución de la anomalía en la componente zonal (Este-Oeste) del viento en superficie medido por las boyas del programa TAO, en el dominio ecuatorial entre 140°E y 100°W. Durante abril persistió, aunque con una menor intensidad, la estructura dipolar observada en el mes anterior, caracterizándose por un flujo del Este anormalmente intenso (anomalías negativas) al Oeste de 170°W, y relativamente más debil al Este de esta longitud. La situación ha cambiado en las primeras semanas de mayo, notándose un debilitamiento generalizado de los alisios al Oeste de 140°W. Sin embargo, desde principios de mayo se observa una intensificación de estos vientos en el sector más oriental, lo cual ha  contribuido seguramente a la disminución de las anomalías positivas de TSM en esta región.

Oscilación del Sur

Este importante indicador del estado del sistema océano-atmósfera del Pacífico tropical continúa en la fase de La Niña. En efecto, el índice de la Oscilación del Sur se mantiene en la fase positiva, registrándose un valor de +1.2 durante abril (Fig. 5), sin grandes cambios respecto a los meses anteriores. En este caso, ambos polos de la oscilación se intensificaron, con una anomalía negativa de presión atmosférica en Darwin (-0.8 hPa) y positiva en Tahiti (+1.0 hPa). En Isla de Pascua también se observó un valor por sobre la media climatológica (+1.0 hPa). Por otra parte, en el sector oriental del anticiclón del Pacífico Sur las anomalías de presión no presentan un patrón definido, con desviaciones de  +0.7 hPa en Arica, -0.3 hPa en Antofagasta, +0.6 hPa en La Serena, -0.3 hPa en Valparaíso y +0.3 hPa en Concepción).

Nubosidad convectiva en el Pacífico ecuatorial

Hacia mediados de mayo, aumentó la actividad nubosa convectiva en torno a la línea de fecha (longitud 180°), lo que aparentemente forma parte de un sistema convectivo que se propagó desde 140°E hacia el Este, a comienzos de mes (Fig. 6). No se observaban anomalías negativas de la radiación infrarroja emergente (RIE) en este sector  desde junio de 1999, cuando el evento La Niña alcanzó su mínima intensidad antes de reactivarse en primavera. Para evaluar las posibles consecuencias que este nuevo escenario de la distribución de la nubosidad convectiva  pueda tener en el desarrollo del presente evento frío, es importante analizar la distribución espacial de las anomalías de RIE (Fig. 7). En el sector inmediatamente al norte de la línea ecuatorial, entre 130°E y 180°, se observan anomalías positivas de RIE (déficit de nubosidad); en cambio, en el sector inmediatamente al sur de la línea ecuatorial, desde 160°E hasta 150°W, se observan intensas anomalías negativas (nubosidad superior a lo normal). Este patrón puede asociarse a la disminución generalizada de los alisios en el Pacífico ecuatorial occidental y central que se observa a mediados de mayo.

Situación junto a la costa sudamericana

Persisten las anomalías positivas de TSM desde 115°W hasta 85°W, en tanto que frente a Ecuador y norte de Perú se mantienen las anomalías negativas (Fig. 8). Contrariamente a lo observado en la región oceánica junto al archipiélago de las Galápagos, la estación de Baltra continuó mostrando anomalías negativas (-0.4°C) en abril, aunque de menor magnitud que la observada en marzo. Esta disminución de la intensidad de la anomalía negativa de TSM también se registró en Callao, donde varió de -2.0°C en marzo a -1.3°C en abril. Por otra parte, en el sector oceánico frente a Chile se registró una anomalía de +0.3°C en la región Chile.N, e intensas anomalías negativas en las regiones  Chile.C y Chile.C-S (Fig. 9).

Temperatura del aire en Chile

La Fig. 10 muestra la evolución de las temperaturas extremas (máxima y mínima) a lo largo de Chile, desde noviembre de 1999 hasta abril del presente año. El rasgo más notable y espacialmente coherente se observa en la temperatura máxima, que se mantuvo bajo la media climatológica durante todo abril desde Caldera (27°S) hasta Puerto Montt (41°S).

Anomalías pluviométricas en Chile

En la Fig. 11 se muestra la evolución de la precipitación a lo largo de Chile desde noviembre de 1999 a abril de 2000. Sólo se registra un periodo de lluvias al norte de Curicó (35°S) a mediados de abril. Hacia el sur, destaca el periodo de lluvias iniciado durante la tercera semana de abril, el cual se mantuvo hasta el fin del mes  entre Osorno (40°S) y Coyhaique (45°S). Hasta el 30 de abril, se registraba un déficit pluviométrico en la IV y V regiones. De la región Metropolitana al sur las lluvias acumuladas eran en general superiores al valor medio climatológico.

La Fig. 12 muestra la intensidad de la precipitación (mm/30 min) durante dos episodios en Santiago, de acuerdo al registro de una estación meteorológica automática instalada sobre el techo del Departamento de Geofísica, cerca del centro de la ciudad. El primer episodio ocurrió entre el 13 y 14 de abril, con una intensidad máxima de 2 mm/30 min registrada entre las 12 y 18 horas del día 13. El segundo episodio, considerablemente más débil, ocurrió el día 16, cuando se registraron lluvias de corta duración y baja intensidad cerca del mediodía y por la noche.

NOTA: Para mayor información sobre la evolución reciente de las anomalías climáticas en Chile ver el Boletín elaborado por el Departamento de Meteorología Aplicada de la Dirección Meteorológica de Chile.

Perspectivas futuras

Las condiciones oceánicas y atmosféricas en el Pacífico ecuatorial central están evolucionado lentamente hacia una condición normal, en el contexto de lo que parece ser la fase final del evento La Niña que comenzó en mayo de 1998. Los modelos de pronóstico de la temperatura superficial del mar, mayoritariamente anticipan que debería mantenerse una condición relativamente normal durante los próximos meses. Esto aumenta la incertidumbre sobre las condiciones pluviométricas en Chile central durante el próximo invierno, de acuerdo a lo observado en el pasado cuando prevalece una condición como ésta en el Pacífico ecuatorial central.

Leyenda de Figuras

Fig. 1 Evolución mensual de las anomalías de TSM (°C) en las regiones Niño 4, Niño 3.4, Niño 3 y Niño 1+2.
Fuente de datos: CPC/NCEP/NOAA

Fig. 2 Diagrama longitud-tiempo de las anomalías de temperatura superficial del mar a lo largo del Pacífico ecuatorial, desde enero al 18 de mayo de 2000.
Aspecto parcial de figura publicada por el programa TAO/NOAA

Fig. 3 Evolución semanal de las anomalías de la componente zonal (Oeste-Este) del viento a 850 hPa a lo largo del Pacífico ecuatorial, en las regiones: 160°E-150°W (panel superior) y 150°-100°W (panel inferior).
Figura producida por CPC/NCEP/NOAA

Fig. 4 Diagrama longitud-tiempo de la anomalía de la componente zonal (Oeste-Este) del viento a lo largo del Pacífico ecuatorial, desde enero al 18 de mayo de 2000.
Aspecto parcial de figura publicada por el programa TAO/NOAA

Fig. 5 Evolución mensual del índice de la Oscilación del Sur y de las anomalías de presión atmosférica en Darwin y Tahiti.
Fuente de datos: CPC/NCEP/NOAA

Fig. 6 Diagrama longitud-tiempo de la anomalía de radiación infrarroja emergente a lo largo de la franja ecuatorial, entre el 19 de mayo de 1999 y el 17 de mayo de 2000.
Figura producida por CDC/CIRES/NOAA

Fig. 7 Campo de anomalías de radiación infrarroja emergente en el periodo 11-17 de mayo de 2000.
Figura producida por CDC/CIRES/NOAA

Fig. 8 Campo de anomalías de la TSM en la región tropical para la semana centrada el 10 de mayo de 2000.
Figura producida por CPC/NCEP/NOAA

Fig. 9 Evolución mensual de los índices de TSM en tres regiones frente a la costa de Chile: Chile.N (18°-24°S, 73°W hasta la costa), Chile.C (29°-35°S, 74°W hasta la costa) y Chile.C-S (36°-42°S, 76°W hasta la costa), desde febrero de 1998 a abril de 2000.
Fuente de datos: CPC/NCEP/NOAA

Fig. 10 Evolución de las anomalías (diferencia con respecto al valor medio) de la temperatura máxima y mínima diaria a lo largo de Chile, a partir de información registrada en estaciones meteorológicas en Arica, Iquique, Antofagasta, Copiapó, Vallenar, La Serena, Santiago, Curicó, Chillán, Temuco, Osorno, Puerto Montt, Coyhaique y Punta Arenas.
Fuente de datos: Dirección Meteorológica de Chile

Fig. 11 Extensión meridional y duración de los temporales en Chile, a partir de información diaria registrada en las estaciones meteorológicas en Arica, Iquique, Antofagasta, Copiapó, Valparaíso, Santiago, Curicó, Chillán, Concepción, Temuco, Valdivia, Osorno, Puerto Montt, Coyhaique y Punta Arenas. Las líneas delimitan zonas y periodos con precipitación diaria superior a 1 mm. El color azul indica precipitación mayor o igual a 10 mm/día.
Fuente de datos: Dirección Meteorológica de Chile

Fig. 12 Evolución horaria de la precipitación en Santiago (estación ubicada en el Dpto. de Geofísica) durante los días con precipitación en abril de 2000. Para mayores detalles vea la siguiente página, donde se despliega información meteorológica en tiempo real.
Fuente de datos: Departamento de Geofísica/Universidad de Chile

19 de mayo de 2000

P. Aceituno y A. Montecinos
Sección Meteorología - Departamento de Geofísica
Universidad de Chile

NOTA: Este boletín es producido con apoyo del proyecto FONDEF 97-2028 y de la Dirección General de Aguas del Ministerio de Obras Públicas (Chile). Se agradece la colaboración de la Dirección Meteorológica de Chile y del Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile (SHOA), por el aporte de información climática y oceanográfica. Una importante fuente de información que se utiliza regularmente en la elaboración de este boletín son las páginas Web del Centro de Pronóstico Climático del National Center for Environmental Prediction (NCEP/NOAA), del programa TAO del Pacific Marine Environmental Laboratory (PMEL/NOAA), del Centro de Diagnóstico Climático del Cooperative Institute for Research in Environmental Sciences (CIRES/NOAA) y del programa de monitoreamiento del Atlantic Oceanographic and Meteorological Laboratory (AOML/NOAA, Dr. D. Enfield).

EL BOLETIN CLIMATICO EDITADO POR EL GRUPO DE METEOROLOGIA DE LA UNIVERSIDAD DE CHILE TIENE COMO OBJETIVO FUNDAMENTAL DIFUNDIR INFORMACION PUBLICA SOBRE EL COMPORTAMIENTO DEL SISTEMA OCEANO-ATMOSFERA EN EL PACIFICO ECUATORIAL, PRINCIPALMENTE ENTRE GRUPOS DE INVESTIGACION INTERESADOS EN LOS FENOMENOS EL NINO Y LA NINA Y SUS IMPACTOS. LAS APRECIACIONES RESPECTO A LA EVOLUCION FUTURA DE LAS ANOMALIAS DEL SISTEMA OCEANO-ATMOSFERA EN EL PACIFICO ECUATORIAL, ASI COMO SOBRE SUS IMPACTOS, NO SON DE CARACTER OFICIAL, Y SOLO REPRESENTAN LA OPINION DE LOS RESPONSABLES DEL BOLETIN. CONSIDERANDO LOS NIVELES DE INCERTEZA INHERENTES A LOS PRONOSTICOS CLIMATICOS, SE RECOMIENDA EJERCER CAUTELA EN SU APLICACION A SITUACIONES ESPECIFICAS.