De todos modos el actual evento La Niña sigue produciendo impactos a nivel global que son concordantes con el patrón típico de anomalías climáticas asociadas a este fenómeno. En América del Sur destacan las condiciones anormalmente húmedas que se han registrado en el sector norte del continente (norte de Colombia, Venezuela y el NE de Brazil). También ha sido consistente con la persistencia del fenómeno La Niña el significativo déficit pluviométrico registrado en Uruguay y regiones vecinas, así como las lluvias anormalmente abundantes en el Altiplano. Desde una perspectiva más global, las graves inundaciones en el sur de Africa y la sequía en Kenya corresponden también a anomalías climáticas características durante un fenómeno la Niña. En Chile, se está registrando un verano excepcionalmente lluvioso en la región centro-sur. Esto es consistente con los registros pluviométricos históricos de las estaciones meteorológicos de Temuco, Valdivia y Puerto Montt, que muestran una tendencia a la ocurrencia de una condición anormalmente lluviosa en los meses de enero a marzo que coinciden con un evento frío en el Pacífico ecuatorial.
La información de profundidad de la isoterma 20°C y del contenido de calor en la columna oceánica hasta 300 m por debajo de la superficie recogida por las boyas del programa TAO, indica la mantención de las condiciones típicas de un evento La Niña, con una termoclima localizada en un nivel más profundo (somero) que lo normal al Oeste (Este) de 160°W, y un contraste entre el exceso y déficit de calor en las regiones al Oeste y Este de 160°W (Fig. 4).
Durante enero el índice de la Oscilación del Sur (IOS: diferencia de presión entre Tahiti y Darwin) disminuyó significativamente (+1.5 en diciembre a +0.6 en enero), como un aumento de presión en Darwin (anomalía de +0.6 hPa). En Tahiti la presión se mantuvo anormalmente alta, con una desviación de +1.5 hPa sobre la media climatológica (Fig. 8). Por su parte, otros indicadores del campo de presión en el Pacífico ecuatorial muestran que entre diciembre y enero se ha producido un debilitamiento de la intensidad de las anomalías positivas en el sector occidental y de las anomalías negativas en el sector occidental, lo cual podría significar que el evento La Niña ha iniciado la fase de declinación que los modelos están mayoritariamente anunciando para el primer semestre de 2000. Al contrario de lo observado en Tahiti, en Isla de Pascua se registró una anomalía negativa (-0.5 hPa) al igual que en Antofagasta (-0.8 hPa), en tanto que en otras estaciones costeras de Chile disminuyó la magnitud de la anomalía positiva de presión (+0.9 hPa en Arica, +0.5 hPa en La Serena y +0.2 hPa en Valparaíso).
NOTA: Para mayor información sobre la evolución reciente de las anomalías climáticas en Chile ver el Boletín elaborado por el Departamento de Meteorología Aplicada de la Dirección Meteorológica de Chile.
Fig. 2 Evolución
semanal de las anomalías de TSM (°C) en las regiones Niño
4, Niño 3.4, Niño 3 y Niño 1+2.
Figura producida por CPC/NCEP/NOAA
Fig. 3Campo
de anomalías de la TSM en la región tropical del océano
Pacífico para el mes de enero de 2000.
Figura producida por CDC/CIRES/NOAA
Fig. 4 Diagrama
longitud-tiempo de las anomalías de la profundidad de la isoterma
20°C (panel izquierdo) y del contenido de calor entre la superficie
y 300 metros de profundidad (panel derecho), a lo largo del Pacífico
ecuatorial.
Figura producida por programa TAO/NOAA
Fig. 5 Evolución
semanal de las anomalías de la componente zonal (Oeste-Este) del
viento a 850 hPa a lo largo del Pacífico ecuatorial, en las regiones:
135°E-180° (panel superior), 175°-140°W (panel medio) y
145°-120°W (panel inferior).
Figura producida por CPC/NCEP/NOAA
Fig. 6 Diagrama
longitud-tiempo de las anomalías de la componente zonal (Oeste-Este)
del viento a lo largo del Pacífico ecuatorial.
Figura producida por programa TAO/NOAA
Fig. 7 Evolución
de un índice multivariado de la Oscilación del Sur.
Figura producida por CDC/CIRES/NOAA
Fig. 8 Evolución
mensual del índice de la Oscilación del Sur y de las anomalías
de presión atmosférica en Darwin y Tahiti.
Fuente de datos: CPC/NCEP/NOAA
Fig. 9 Diagrama
longitud-tiempo de la anomalía de radiación infrarroja emergente
a lo largo de la franja ecuatorial.
Figura producida por CPC/NCEP/NOAA
Fig. 10
Campo de anomalías de la TSM en la región tropical para la
semana centrada el 9 de febrero de 2000.
Figura producida por CPC/NCEP/NOAA
Fig. 11
Evolución mensual de los índices de TSM en tres regiones
frente a la costa de Chile: Chile.N (18°-24°S, 73°W hasta la
costa), Chile.C (29°-35°S, 74°W hasta la costa) y Chile.C-S
(36°-42°S, 76°W hasta la costa), desde febrero de 1997 a enero
de 2000.
Fuente de datos: CPC/NCEP/NOAA
Fig. 12
Evolución de las anomalías (diferencia con respecto al valor
medio) de la temperatura máxima y mínima diaria a lo largo
de Chile, a partir de información registrada en estaciones meteorológicas
en Arica, Iquique, Antofagasta, Copiapó, Vallenar, La Serena, Santiago,
Curicó, Chillán, Temuco, Osorno, Puerto Montt, Coyhaique
y Punta Arenas.
Fuente de datos: Dirección Meteorológica
de Chile
Fig. 13
Extensión meridional y duración de los temporales en Chile,
a partir de información diaria registrada en las estaciones meteorológicas
en Arica, Iquique, Antofagasta, Copiapó, Valparaíso, Santiago,
Curicó, Chillán, Concepción, Temuco, Valdivia, Osorno,
Puerto Montt, Coyhaique y Punta Arenas. Las líneas delimitan zonas
y periodos con precipitación diaria superior a 1 mm. El color azul
indica precipitación mayor o igual a 10 mm/día.
Fuente de datos: Dirección Meteorológica
de Chile
15 de febrero de 2000
P.
Aceituno yA.
Montecinos
Sección Meteorología - Departamento de Geofísica
Universidad de Chile
NOTA: Este boletín es producido con apoyo del proyecto FONDEF 97-2028 y de la Dirección General de Aguas del Ministerio de Obras Públicas (Chile). Se agradece la colaboración de la Dirección Meteorológica de Chile y del Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile (SHOA), por el aporte de información climática y oceanográfica. Una importante fuente de información que se utiliza regularmente en la elaboración de este boletín son las páginas Web del Centro de Pronóstico Climático del National Center for Environmental Prediction (NCEP/NOAA), del programa TAO del Pacific Marine Environmental Laboratory (PMEL/NOAA), del Centro de Diagnóstico Climático del Cooperative Institute for Research in Environmental Sciences (CIRES/NOAA) y del programa de monitoreamiento del Atlantic Oceanographic and Meteorological Laboratory (AOML/NOAA, Dr. D. Enfield).
EL BOLETIN CLIMATICO EDITADO POR EL GRUPO DE METEOROLOGIA DE LA UNIVERSIDAD DE CHILE TIENE COMO OBJETIVO FUNDAMENTAL DIFUNDIR INFORMACION PUBLICA SOBRE EL COMPORTAMIENTO DEL SISTEMA OCEANO-ATMOSFERA EN EL PACIFICO ECUATORIAL, PRINCIPALMENTE ENTRE GRUPOS DE INVESTIGACION INTERESADOS EN LOS FENOMENOS EL NINO Y LA NINA Y SUS IMPACTOS. LAS APRECIACIONES RESPECTO A LA EVOLUCION FUTURA DE LAS ANOMALIAS DEL SISTEMA OCEANO-ATMOSFERA EN EL PACIFICO ECUATORIAL, ASI COMO SOBRE SUS IMPACTOS, NO SON DE CARACTER OFICIAL, Y SOLO REPRESENTAN LA OPINION DE LOS RESPONSABLES DEL BOLETIN. CONSIDERANDO LOS NIVELES DE INCERTEZA INHERENTES A LOS PRONOSTICOS CLIMATICOS, SE RECOMIENDA EJERCER CAUTELA EN SU APLICACION A SITUACIONES ESPECIFICAS.