ENERO 2000 (Año 6, Número 1)

Contribución de la Sección Meteorología
Departamento de Geofísica de la Universidad de Chile

Nota:

RESUMEN EJECUTIVO

Continúa manifestándose un fenómeno La Niña en el Pacífico ecuatorial, aunque indicadores tanto oceánicos como atmosféricos muestran que el evento se debilitó ligeramente entre diciembre y enero. Esto podría constituir el inicio de su fase de declinación, cuya ocurrencia ha sido anticipada por la mayoría de los modelos de pronóstico para el primer semestre de 2000.

De todos modos el actual evento La Niña sigue produciendo impactos a nivel global que son  concordantes con el patrón típico de anomalías climáticas asociadas a este fenómeno. En América del Sur destacan las condiciones anormalmente húmedas que se han registrado en el sector norte del continente (norte de Colombia, Venezuela y el NE de Brazil). También ha sido consistente con la persistencia del fenómeno La Niña el significativo déficit pluviométrico registrado en Uruguay y regiones vecinas, así como las lluvias anormalmente abundantes en el Altiplano. Desde una perspectiva más global, las graves inundaciones en el sur de Africa y la sequía en Kenya corresponden también a anomalías climáticas características durante un fenómeno la Niña. En Chile, se está registrando un verano excepcionalmente lluvioso en la región centro-sur. Esto es consistente con los registros pluviométricos históricos de las estaciones meteorológicos de Temuco, Valdivia y Puerto Montt, que muestran una tendencia a la ocurrencia de una condición anormalmente lluviosa en los meses de enero a marzo que coinciden con un evento frío en el Pacífico ecuatorial.

Comentarios específicos

Se analiza la evolución de diversas variables atmosféricas y oceánicas y su interpretación en relación con el estado del actual episodio de La Niña.

Temperatura del mar

Se mantienen las anomalías negativas de TSM en gran parte del Pacífico ecuatorial. Sin embargo, en forma consistente con el debilitamiento de los vientos alisios en el Pacífico ecuatorial oriental registrado desde fines de enero, han aparecido anomalías positivas de TSM al Este de 110°W desde principios de febrero, siguiendo una evolución muy similar a la ocurrida el año pasado en esta fecha (Fig. 1). La Fig. 2 muestra la evolución de los índices de TSM en el Pacífico ecuatorial. Durante enero la magnitud de la anomalía negativa de TSM disminuyó en las regiones Niño 1.2 (varió entre -0.7°C a -0.1°C desde mediados y fines del mes) y Niño 3 (disminuyó desde -1.9°C a -1.2°C durante el mes), en tanto que se mantuvo en aproximadamente -1.8°C en la región Niño 3.4 y aumentó en magnitud de -1.1°C a -1.4°C en la región Niño 4. Esto es compatible con el desplazamiento general de las anomalías negativas de TSM en el Pacífico ecuatorial que se aprecia en la Fig. 1. Desde una perspectiva más global, es notable el contraste entre las anomalías negativas de TSM en el Pacífico ecuatorial y las condiciones anormalmente cálidas que se aprecian en las regiones oceánicas subtropicales en ambos hemisferios (Fig. 3).

La información de profundidad de la isoterma 20°C y del contenido de calor en la columna oceánica hasta 300 m por debajo de la superficie recogida por las boyas del programa TAO, indica la mantención de las condiciones típicas de un evento La Niña, con una termoclima localizada en un nivel más profundo (somero) que lo normal al Oeste (Este) de 160°W, y un contraste entre el exceso y déficit de calor en las regiones al Oeste y Este de 160°W (Fig. 4).

Vientos alisios

El régimen de la componente zonal (Oeste-Este) del viento a 850 hPa (1500 m sobre la superficie, aproximadamente) a lo largo del Pacífico ecuatorial experimentó una fuerte variación durante enero, en la forma de un pulso de debilitamiento del flujo de los alisios, el cual se propagó de Oeste a Este. La variación más intensa ocurrió en la región al Oeste de 180° de longitud (Fig. 5), donde la anomalía promedio varió entre -9 m/s (viento del Este anormalmente intenso) a principios de mes, a +2.5 m/s dos semanas más tarde. La información de viento del programa TAO muestra que en las semanas más recientes, y hasta la fecha de edición de este boletín (Fig. 6), se ha restablecido un régimen de vientos alisios anormalmente intenso en el Pacífico ecuatorial occidental, en tanto que al Este de 140°W ha continuado el debilitamiento que comenzó a fines de enero.

Viento zonal a 200 hPa

El flujo del Oeste en los niveles altos de la tropósfera (200 hPa) sobre el Pacífico ecuatorial continuó siendo anormalmente intenso, lo cual es característico durante un evento La Niña. De todos modos se observó una ligera disminución en la intensidad del flujo (cambió desde +2.1 en diciembre a +1.9 en enero, expresado como desviación estándar).

Oscilación del Sur

En la Fig. 7 se muestra la evolución de un índice multivariado de la Oscilación del Sur (MEI) calculado a partir del comportamiento de diversas variables en la cuenca del Pacífico: presión a nivel del mar, componentes zonal y meridional del viento superficial, temperatura superficial del mar, temperatura del aire en la superficie, y fracción del cielo cubierto por nubosidad (CDC/NOAA). Se aprecia en la figura un notorio cambio de régimen en el MEI a partir de 1976, cuando la fase positiva, asociada a la ocurrencia de eventos El Niño, se hizo más frecuente. Investigadores del Jet Propulsion Laboratory de la NASA han postulado recientemente, que el actual y prolongado evento La Niña (aunque de una duración inferior a los observados a mediados de los años 50 y 70), podría representar un retorno a las condiciones que caracterizaron el periodo previo a 1976, cuando las condiciones de la Niña similares a las actuales fueron más frecuentes.

Durante enero el índice de la Oscilación del Sur (IOS: diferencia de presión entre Tahiti y Darwin) disminuyó significativamente (+1.5 en diciembre a +0.6 en enero), como un aumento de presión en Darwin (anomalía de +0.6 hPa). En Tahiti la presión se mantuvo anormalmente alta, con una desviación de +1.5 hPa sobre la media climatológica (Fig. 8). Por su parte, otros indicadores del campo de presión en el Pacífico ecuatorial muestran que entre diciembre y enero se ha producido un debilitamiento de la intensidad de las anomalías positivas en el sector occidental y de las anomalías negativas en el sector occidental, lo cual podría significar que el evento La Niña ha iniciado la fase de declinación  que los modelos están mayoritariamente anunciando para el primer semestre de 2000. Al contrario de lo observado en Tahiti, en Isla de Pascua se registró una anomalía negativa (-0.5 hPa) al igual que en Antofagasta (-0.8 hPa), en tanto que en otras estaciones costeras de Chile disminuyó la magnitud de la anomalía positiva de presión (+0.9 hPa en Arica, +0.5 hPa en La Serena y +0.2 hPa en Valparaíso).

Nubosidad convectiva en el Pacífico ecuatorial

La región con las anomalías positivas más altas de radiación infrarroja emergente (que indica un fuerte debilitamiento de la nubosidad convectiva), se ha estado desplazando hacia el este de la línea de cambio de fecha (Fig. 9). Al menos en esta variable (RIE) no se advierten indicios de un pronto término del actual fenómeno La Niña.

Situación junto a la costa sudamericana

Durante enero las estaciones de Baltra (islas Galápagos) y Callao (Perú) continuaron presentando anomalías negativas de TSM con promedios de 5 días que oscilaron entre -0.6°C y -1.7°C en Baltra y entre -0.8°C y -1.7°C en Callao. Sin embargo, durante las dos primeras semanas de febrero, se han establecido anomalías positivas de TSM en la zona de las islas Galápagos (Fig. 10), lo cual es consistente con el fuerte debilitamiento de los vientos alisios. Destaca en esta figura la magnitud y extensión que ha alcanzado las anomalías positivas de TSM en el Pacífico subtropical austral, las cuales se extienden hasta casi el borde costero del sur de Perú y norte de Chile. En todo caso, durante enero se observó un aumento de una condición  térmica anormalmente fría en las tres áreas oceánicas de Chile (Fig. 11), en especial en la región Chile.C-S. Esta situación se ve también reflejado en la información de TSM en las estaciones costeras (información proporcionada por el SHOA).

Temperatura del aire en Chile

En general, durante enero no se registraron anomalías significativas de las temperaturas extremas (Fig. 12). Cabe destacar el episodio de anomalías positivas (superiores a +2.0°C) en la temperatura mínima que se observó durante la segunda mitad del mes en el extremo norte, el cual no parece reflejar un efecto oceánico. Además, se aprecia una sucesión de anomalías negativas y positivas tanto de la temperatura máxima como mínima, al sur de 40°S (Valdivia), asociadas al paso de sistemas frontales.

Anomalías pluviométricas en Chile

En la Fig. 13 se muestra la evolución de la precipitación a lo largo de Chile desde agosto de 1999 a enero de 2000. Los eventos de precipitación estuvieron restringidos al sur de 40°S. Aunque en esta región el agua acumulada hasta fines de enero estába por debajo de los valores climatológicos los temporales registrados en las primeras dos semanas de febrero han producido un significativo superhávit.

NOTA: Para mayor información sobre la evolución reciente de las anomalías climáticas en Chile ver el Boletín elaborado por el Departamento de Meteorología Aplicada de la Dirección Meteorológica de Chile.

Perspectivas futuras

Durante el mes de enero se mantuvo sin grandes modificaciones el evento La Niña, mostrando los impactos climáticos característicos durante esta época del año a nivel global. Sin embargo, han empezado a aparecer algunos indicios de debilitamiento del fenómeno, particularmente en la región oriental del Pacífico ecuatorial. Cabe destacar que la mayoría de  los modelos de pronóstico  han anticipado que este  evento frío debería declinar durante el primer semestre de 2000.

Leyenda de Figuras

Fig. 1 Diagrama longitud-tiempo de las anomalías de temperatura superficial del mar a lo largo del Pacífico ecuatorial.
Figura producida por programa TAO/NOAA

Fig. 2 Evolución semanal de las anomalías de TSM (°C) en las regiones Niño 4, Niño 3.4, Niño 3 y Niño 1+2.
Figura producida por CPC/NCEP/NOAA

Fig. 3Campo de anomalías de la TSM en la región tropical del océano Pacífico para el mes de enero de 2000.
Figura producida por CDC/CIRES/NOAA

Fig. 4 Diagrama longitud-tiempo de las anomalías de la profundidad de la isoterma  20°C (panel izquierdo) y del contenido de calor entre la superficie y 300 metros de profundidad (panel derecho), a lo largo del Pacífico ecuatorial.
Figura producida por programa TAO/NOAA

Fig. 5 Evolución semanal de las anomalías de la componente zonal (Oeste-Este) del viento a 850 hPa a lo largo del Pacífico ecuatorial, en las regiones: 135°E-180° (panel superior), 175°-140°W (panel medio) y 145°-120°W (panel inferior).
Figura producida por CPC/NCEP/NOAA

Fig. 6 Diagrama longitud-tiempo de las anomalías de la componente zonal (Oeste-Este) del viento a lo largo del Pacífico ecuatorial.
Figura producida por programa TAO/NOAA

Fig. 7 Evolución de un índice multivariado de la Oscilación del Sur.
Figura producida por CDC/CIRES/NOAA

Fig. 8 Evolución mensual del índice de la Oscilación del Sur y de las anomalías de presión atmosférica en Darwin y Tahiti.
Fuente de datos: CPC/NCEP/NOAA

Fig. 9 Diagrama longitud-tiempo de la anomalía de radiación infrarroja emergente a lo largo de la franja ecuatorial.
Figura producida por CPC/NCEP/NOAA

Fig. 10 Campo de anomalías de la TSM en la región tropical para la semana centrada el 9 de febrero de 2000.
Figura producida por CPC/NCEP/NOAA

Fig. 11 Evolución mensual de los índices de TSM en tres regiones frente a la costa de Chile: Chile.N (18°-24°S, 73°W hasta la costa), Chile.C (29°-35°S, 74°W hasta la costa) y Chile.C-S (36°-42°S, 76°W hasta la costa), desde febrero de 1997 a enero de 2000.
Fuente de datos: CPC/NCEP/NOAA

Fig. 12 Evolución de las anomalías (diferencia con respecto al valor medio) de la temperatura máxima y mínima diaria a lo largo de Chile, a partir de información registrada en estaciones meteorológicas en Arica, Iquique, Antofagasta, Copiapó, Vallenar, La Serena, Santiago, Curicó, Chillán, Temuco, Osorno, Puerto Montt, Coyhaique y Punta Arenas.
Fuente de datos: Dirección Meteorológica de Chile

Fig. 13 Extensión meridional y duración de los temporales en Chile, a partir de información diaria registrada en las estaciones meteorológicas en Arica, Iquique, Antofagasta, Copiapó, Valparaíso, Santiago, Curicó, Chillán, Concepción, Temuco, Valdivia, Osorno, Puerto Montt, Coyhaique y Punta Arenas. Las líneas delimitan zonas y periodos con precipitación diaria superior a 1 mm. El color azul indica precipitación mayor o igual a 10 mm/día.
Fuente de datos: Dirección Meteorológica de Chile

15 de febrero de 2000

P. Aceituno yA. Montecinos
Sección Meteorología - Departamento de Geofísica
Universidad de Chile

NOTA: Este boletín es producido con apoyo del proyecto FONDEF 97-2028 y de la Dirección General de Aguas del Ministerio de Obras Públicas (Chile). Se agradece la colaboración de la Dirección Meteorológica de Chile y del Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile (SHOA), por el aporte de  información climática y oceanográfica. Una importante fuente de información que se utiliza regularmente en la elaboración de este boletín son las páginas Web del Centro de Pronóstico Climático del National Center for Environmental Prediction (NCEP/NOAA), del programa TAO del Pacific Marine Environmental Laboratory (PMEL/NOAA), del Centro de Diagnóstico Climático del Cooperative Institute for Research in Environmental Sciences (CIRES/NOAA) y del programa de monitoreamiento del Atlantic Oceanographic and Meteorological Laboratory (AOML/NOAA, Dr. D. Enfield).

EL BOLETIN CLIMATICO EDITADO POR EL GRUPO DE METEOROLOGIA DE LA UNIVERSIDAD DE CHILE TIENE COMO OBJETIVO FUNDAMENTAL DIFUNDIR INFORMACION PUBLICA SOBRE EL COMPORTAMIENTO DEL SISTEMA OCEANO-ATMOSFERA EN EL PACIFICO ECUATORIAL, PRINCIPALMENTE ENTRE GRUPOS DE INVESTIGACION INTERESADOS EN LOS FENOMENOS EL NINO Y LA NINA Y SUS IMPACTOS. LAS APRECIACIONES RESPECTO A LA EVOLUCION FUTURA DE LAS ANOMALIAS DEL SISTEMA OCEANO-ATMOSFERA EN EL PACIFICO ECUATORIAL, ASI COMO SOBRE SUS IMPACTOS, NO SON DE CARACTER OFICIAL, Y SOLO REPRESENTAN LA OPINION DE LOS RESPONSABLES DEL BOLETIN. CONSIDERANDO LOS NIVELES DE INCERTEZA INHERENTES A LOS PRONOSTICOS CLIMATICOS, SE RECOMIENDA EJERCER CAUTELA EN SU APLICACION A SITUACIONES ESPECIFICAS.