Resumen ejecutivo

Por quinto mes consecutivo persistió en junio una condición anormalmente fría en las aguas superficiales del Pacífico ecuatorial al Este de 140ºW, con temperaturas que son características de un episodio La Niña de intensidad moderada. Mas hacia el Oeste las anomalías térmicas han mostrado desde abril pasado oscilaciones significativas en la escala de tiempo entre 30 y 40 días. Estas parecen asociadas a fluctuaciones en el sistema océano-atmósfera moduladas por periodos de intensificación y debilitamiento de los vientos alisios.
En la región Niño 3 del Pacífico ecuatorial central la anomalía de la temperatura superficial del mar ha oscilado entre -0.8ºC y -0.4ºC durante mayo y junio. En forma consistente con esta condición anómala se verifica la ocurrencia de un significativo déficit pluviométrico en gran parte de la región central y sur del país.

Los modelos de pronóstico de la TSM indican que la actual condición anómala en el Pacífico ecuatorial debería persistir durante los próximos meses. Si este pronóstico se verifica existe una probabilidad relativamente alta que el periodo invernal termine con un significativo déficit pluviométrico en la región central del país.

Sistema océano-atmósfera en el Pacífico ecuatorial

Se describe la evolución de diversas variables atmosféricas y oceánicas del sistema océano-atmósfera en el Pacífico ecuatorial hasta mediados de julio de 2007.

Oscilación del Sur (OS)
Continuando con la tendencia positiva que ha mostrado el índice de OS (definido como la diferencia de anomalías normalizadas de presión entre Tahiti y Darwin) desde octubre del 2006, finalmente en junio alcanzó un valor positivo (+0.50) como resultado de una anomalía de -0.8 hPa en Darwin y -0.5 en Tahiti (Fig. 1).

Vientos Alisios y temperatura del océano en el Pacífico ecuatorial
Desde mayo pasado el sistema océano-atmósfera del Pacífico ecuatorial se ha caracterizado por una activa oscilación intraestacional con un periodo cercano a 30 días y que aparentemente está forzada por fluctuaciones en la intensidad de la componente zonal del viento. Así, en la Fig. 2, que muestra la evolución de la anomalía de la componente zonal del viento en el nivel de 850 hPa en tres regiones del Pacífico ecuatorial, se advierte la ocurrencia de un pulso de debilitamiento del flujo del Este a partir de mediados de mayo en la región 175ºW - 140ºW, el que fue seguido por un periodo de viento del Este anormalmente intenso durante la segunda mitad de junio. A fines de este mes y principios de julio nuevamente se aprecia un cambio de régimen, con un significativo debilitamiento del flujo del Este.

Las fluctuaciones en la intensidad del viento zonal en 850 hPa tienen su contraparte el régimen de los vientos alisios. En la Fig. 3 se advierte claramente el pulso de viento anómalo del Oeste que comenzó en mayo en el extremo occidental del Pacífico ecuatorial y que se propagó hasta  120ºW, aproximadamente.  Este periodo de debilitamiento de los vientos alisios fue seguido por un pulso de intensificación que comenzó en el extremo occidental a principios de junio y que se propagó hacia el Este hasta alcanzar 140ºW a fines del mes. Continuando con el proceso oscilatorio, a principios de julio comenzó un nuevo pulso de viento anómalo del Oeste en el extremo occidental de la cuenca, esperándose un desarrollo e impacto similares a los observados en el evento similar durante mayo.

Los efectos del carácter fluctuante que ha mostrado la intensidad de los vientos alisios se aprecian en el campo de temperatura superficial del mar. Se aprecia en la Fig. 3 cómo el área con anomalías positivas de temperatura superficial del mar (TSM), que se había retraido hasta aproximadamente 180º a principios de mayo, se volvió a expandir hacia el Este a fines de ese mes y durante junio asociado al debilitamiento de los vientos alisios. Asimismo, se advierte cómo esa área se ha vuelto a contraer hacia el Oeste a fines de junio y principios de julio como resultado del  pulso de reforzamiento de los alisios. Este proceso debería interrumpirse en las próximas semanas como respuesta a un nuevo pulso de viento anómalo del Oeste que se encuentra en desarrollo a principios de julio (Fig. 4).

El efecto sobre la profundidad de la isoterma 20ºC y sobre el contenido de calor en la columna oceánica que tuvo el pulso de viento anómalo del Oeste en el Pacífico ecuatorial occidental en mayo (ver Fig. 3) se advierte nítidamente en la Fig. 5 en la forma de una propagación de una onda de Kelvin hacia el Este que se manifiesta como una profundización de la termoclina (representada por la isoterma 20ºC) y un fortalecimiento (debilitamiento) de las anomalías positivas (negativas) de contenido de calor en la columna oceánica entre la superficie 300 m de profundidad.

Perspectivas futuras

Los modelos de pronóstico de la temperatura superficial del mar (TSM) para la región Niño 3.4 anticipan mayoritariamente  que debería persistir una condición característica de un evento La Niña de intensidad moderada en el Pacífico ecuatorial durante los próximos meses (Fig. 6). Si este pronóstico se verifica existe una probabilidad relativamente alta que el periodo invernal termine con un significativo déficit pluviométrico en la región central del país.

Ref.: http://iri.columbia.edu/climate/ENSO/currentinfo/SST_table.html

Aspectos climáticos en Chile

Se analiza la evolución de las anomalías de temperatura y de precipitación en Chile durante los meses más recientes en base a la información proporcionada por la Dirección Meteorológica de Chile (DMC) y se describe el contexto de la circulación atmosférica regional en el cual estas anomalías ocurren, con apoyo de información obtenida en el Centro Nacional de Predicción del Medio Ambiente de EE-UU (NCEP).

Regimen Pluviométrico
Continuó en junio el déficit de precipitación que se registró en la mayor parte del país durante el mes anterior, concentrándose ahora entre las regiones VII y XI (Fig. 7). En la Fig. 8 se presenta la distribución espacial y temporal de los eventos de precipitación entre abril y junio.  Durante junio ocurrieron dos períodos de precipitación significativa en la zona central de Chile al norte de Curicó, el primero entre los días 12 y 14 (en Valparaíso se registraron 37.8 mm el día 12; en Santiago 25.6 mm el día 13; en La Serena 6.6 mm el día 14) y el segundo entre el 18 y 22. Durante este último periodo se registraron máximos diarios superiores a 20 mm desde Curicó al Sur, destacándose los 47.5 mm en Valdivia el día 20  y los 62.4 mm en Temuco el día 21. Los 16 días con precipitación superior a 1 mm que se registraron en Temuco igualan el promedio climatológico. En Valdivia también se registraron 16 días con lluvia superior a 1 mm, lo que es inferior al promedio climatológico que para junio corresponde a 20 días.

A pesar que junio fue relativamente más lluvioso que el mes anterior, se mantiene en la mayoría de las estaciones una condición deficitaria en la precipitación acumulada desde principios de año. A 12 de julio  el déficit alcanzaba un -33% en Santiago, -42% en Curicó (Fig. 9), -31% en Concepción (Fig. 10), -8% en Temuco (Fig. 11), -40% en Puerto Montt (Fig. 12) y -48% en Coyhaique (Fig. 13). Por otra parte, en el extremo sur del país la estación de Punta Arenas mostraba un superávit de 35% originado principalmente en las lluvias anormalmente abundantes que se registraron en abril (Fig. 14).

Regimen Térmico
Al igual que el mes anterior, junio se caracterizó por una condición anormalmente fría demostrada en los promedios de anomalías mensuales de temperaturas extremas diarias (máximas y mínimas) (Fig. 15). Entre Arica y Puerto Montt el promedio mensual de la temperatura máxima diaria fue entre 1ºC y 3ºC inferior al promedio climatológico, registrándose las condiciones más anómalas en las estaciones de la costa norte del país. Por otra parte en la región austral el promedio de temperatura máxima diaria  fue cercano al promedio climatológico

Al observar la evolución diaria de la anomalía de temperatura máxima (Fig. 16) se advierte un predominio de anomalías negativas y sólo un par de periodos con anomalías térmicas positivas en la primera semana del mes, al sur de 45°S y al final del mes, en la zona central y sur. El paso de un dorsal cálida en altura y la generación de una vaguada costera los días 28 y 29 de junio explican la condición anormalmente cálida registrada esos días en toda la central del país entre Santiago y Temuco (temperatura máxima igual a 26.7 ºC en Santiago y 21.8 mm en Concepción el día 29),

La condición anormalmente fría durante junio también se manifestó en el régimen de temperatura mínima diaria. Entre La Serena y Temuco ésta mostró una anomalía promedio entre -1ºC y -2ºC (Fig. 15). Tal como se advierte en la Fig. 16, mínimas diarias por debajo del promedio climatológico fueron predominantes en la región al norte de Puerto Montt (41.5ºS), registrándose un número significativo de heladas en las estaciones a lo largo del valle central (13 en la estación Pudahuel de Santiago; 11 en Curicó; 8 en Chillán; 6 en Temuco).

Circulación Atmosférica
La circulación atmosférica media en latitudes medias del Hemisferio Sur estuvo caracterizada por un patrón de onda tres, con núcleos de fuertes anomalías positivas de  presión a nivel del mar y de altura geopotencial de 500 hPa centrados en 45ºS - 120ºW (Fig. 17). Esta condición anómala favoreció la advección de masas de aire de origen subpolar hacia el continente sudamericano.

En la evolución diaria de las anomalías de altura geopotencial de 500 hPa, en la franja longitudinal 70-80°W (frente a Chile) que se presenta en la Fig. 18 se advierte el paso de la vaguada que se asocia al periodo de precipitaciones entre el 19 y el 22 de junio. Este fue seguido por un periodo seco con predominio anticiclónico, que fue interrumpido por el paso de una vaguada, entre el 3 y 7 de julio que dio origen a precipitaciones y un significativo descenso de la temperatura  en la zona central y sur del país.

Condiciones en Santiago
Al igual que la mayoría de las estaciones de la región central del país el régimen térmico de Santiago durante junio se caracterizó por un predominio de anomalías negativas tanto en la temperatura máxima como en la temperatura mínima, que en promedio alcanzaron -1.3°C y -1.8°C respectivamente.

Respecto al régimen de temperatura máxima, se contabilizan 23 días con anomalías negativas (Fig. 19), registrándose el valor más bajo el día 22 (7.6°C), mientras que  hubo solo 7 días con anomalías positivas, de los cuales tres se presentaron entre el 27 y 29, asociado al paso de una dorsal cálida y el desarrollo de una vaguada costera que alcanzó su máximo desarrollo el día 29. Ese día la temperatura máxima registrada en la estación Quinta Normal.fue 26.7ºC.

La temperatura mínima también se mantuvo predominantemente por debajo del promedio climatológico (Fig. 20) siendo el día más frío el 24, con -2.4°C. Con este hubo un total de 7 días en que la temperatura mínima fue igual o inferior a 0ºC (helada) en la estación de Quinta Normal. El efecto urbano sobre el régimen térmico en esta estación se nota al comparar con el número de heladas registradas en la estación Pudahuel que durante junio alcanzaron a 13.

La precipitación acumulada durante junio en la estación Quinta Normal (69.9 mm), fue muy cercana al valor climatológico (70.4 mm) y resultó de tres episodios. Entre el 12 y 14 se acumularon 50.3 mm a los cuales se sumaron 11.4 mm en las lluvias registradas entre el 18 y 20, y 8.2 mm el día 22. Al 12 de julio se registraba un déficit de -33% en la precipitación acumulada desde principios de año (Fig. 21)