Resumen ejecutivo

La evolución de diversos índices atmosféricos y oceánicos muestra que el evento La Niña que persistía desde mediados de 2011 se debilitó a partir de enero del presente año. Este proceso no es homogéneo a lo largo del Pacífico ecuatorial, siendo más intenso en el sector oriental donde incluso en febrero se establecieron anomalías positivas de temperatura superficial del mar (TSM) durante febrero. En todo caso el proceso de debilitamiento no progresa en forma continua, observándose un retroceso a fines de febrero y principios de marzo que se advierte en la evolución de la TSM y de la intensidad de los vientos alisios en el Pacífico ecuatorial oriental.

El semestre primavera – verano 2011/2012 fue anormalmente cálido y seco. El déficit pluviométrico en la región centro-sur y austral del país acumulado a partir del 1 de octubre 2011 se intensificó hasta alcanzar valores cercanos a -50% a mediados de febrero. Posteriormente, y como resultado de la ocurrencia de eventos de lluvia durante la segunda mitad de febrero y principios de marzo el déficit se redujo significativamente, con excepción del extremo austral donde el éste mostró un crecimiento durante toda la primavera y el verano.

Los modelos de pronóstico de la TSM en el Pacífico ecuatorial central coinciden en indicar que el evento La Niña se debilitará durante los próximos meses, pero difieren considerablemente respecto del tiempo que se tardará en alcanzar una condición normal.

Sistema océano-atmósfera en el Pacífico ecuatorial

Se describe la evolución de diversas variables atmosféricas y oceánicas del sistema océano-atmósfera en el Pacífico ecuatorial hasta principios de marzo de 2012.

Oscilación del sur(OS)
En forma consistente con el debilitamiento del fenómeno La Niña desde enero pasado en el Pacífico ecuatorial central, la Oscilación del Sur ha perdido fuerza en su fase positiva, lo que se aprecia en la evolución del índice (IOS) calculado como la diferencia de presión atmosférica a nivel del mar entre Tahiti y Darwin, en el norte de Australia (Fig. 1). En efecto, el IOS cambió desde +2.30 en diciembre a +0.25 en febrero. No es posible asegurar que este proceso necesariamente corresponda a una transición hacia una fase de El Niño, puesto que existe evidencia de evoluciones similares en el pasado en que esto no ocurrió. Un ejemplo de lo anterior se advierte en la Fig.1 a principios de 2008 cuando la fase positiva de la OS se debilitó rápidamente entre enero y abril, para volver a reforzarse a partir de mayo.

Vientos Alisios y temperatura del océano en el Pacífico ecuatorial
La componente zonal (E-W) del viento en el nivel de 850 hPa sobre el Pacífico ecuatorial muestra un comportamiento distinto, dependiendo de la región considerada (Fig. 2). En el sector oriental (135°W – 120°W) las anomalías positivas se intensificaron hasta mediados de febrero, lo que representa un debilitamiento del flujo del Este, lo que es consistente con un debilitamiento del fenómeno La Niña. En el sector central (170°W – 145°W) no se aprecian cambios significativos en este mismo periodo, en tanto que en el sector más occidental (135°E – 180°) el comportamiento ha sido fluctuante, con un debilitamiento de las anomalías negativas hasta mediados de enero y una intensificación de las mismas a partir de entonces. Esta evolución reciente no es coherente con un proceso de debilitamiento del fenómeno La Niña.

En superficie, la evidencia recogida por las boyas del programa TAO/TRITON muestra una evolución similar en la intensidad de los vientos alisios. Así, en el sector más occidental, al Oeste de 17°W, los vientos alisios se mantienen anormalmente intensos (anomalías negativas) luego de un debilitamiento observado a mediados de enero (Fig. 3, panel izquierdo). En contraste con lo anterior, la aparición y posterior intensificación de anomalías positivas en la componente zonal del viento a partir de diciembre 2011 en la región ecuatorial al Este de 140°W refleja un debilitamiento de los vientos alisios, lo que es coherente con un debilitamiento del fenómeno La Niña. Sin embargo, se advierte en la Fig 3 que a partir de mediados de febrero los vientos alisios se han intensificado nuevamente.

En relación a la evolución de la temperatura superficial del mar (TSM), la información recogida por las boyas del programa TAO/TRITON da cuenta de una intensificación de las anomalías negativas en la región ecuatorial entre 180º y 130ºW durante enero, y un debilitamiento generalizado de las mismas durante febrero, incluyendo la aparición de condición más cálidas que lo normal en la región al Este de 130°W (Fig. 3, panel derecho). Esto muestra que el debilitamiento del fenómeno La Niña ha ocurrido principalmente asociado a cambios en la temperatura superficial del mar (TSM) en el sector oriental del Pacífico ecuatorial.  Por otra parte, en la Fig. 4 se advierte que el calentamiento anómalo de las aguas superficiales en el sector oriental del Pacífico ecuatorial es parte de un proceso de gran escala que involucra una extensa región tropical y subtropical al sur del Ecuador frente a la costa de América del Sur. La distinta evolución de las anomalías de TSM en el Pacífico ecuatorial también se pone en evidencia en la Fig. 5 que muestra la evolución de la anomalía de la TSM en 4 regiones del Pacífico ecuatorial. Todos los índices muestran un significativo debilitamiento de las anomalías térmicas negativas a partir de febrero, siendo el cambio ha sido más abrupto en las regiones Niño 1+2 y Niño 3, lo que es coherente con lo indicado en la Fig. 3.

Perspectivas futuras

Diversos indicadores muestran que el evento La Niña está perdiendo fuerza. Sin embargo la evolución discrepante que muestran algunos índices, particularmente a partir de mediados de febrero, no permite asegurar que este proceso de debilitamiento continuará al mismo ritmo en los próximos meses. Por otra parte, esto es consistente con los escenarios previstos por los modelos de pronóstico de la TSM en el Pacífico ecuatorial (Fig. 6), los cuales a pesar que coinciden en señalar un debilitamiento del fenómeno La Niña, difieren considerablemente respecto de la tasa de cambio en las anomalías térmicas. En efecto, en una proyección hacia el invierno de 2012 las características de los escenarios previstos van desde la persistencia de una condición de la Niña con una intensidad débil hasta el establecimiento de una condición El Niño de una intensidad moderada.

Aspectos climáticos en Chile

Se analiza la evolución de las anomalías de temperatura y de precipitación en Chile durante los meses más recientes en base a la información proporcionada por la Dirección Meteorológica de Chile (DMC) y se describe el contexto de la circulación atmosférica regional en el cual estas anomalías ocurren, con apoyo de información obtenida en el Centro Nacional de Predicción del Medio Ambiente de EE-UU (NCEP).

Régimen Pluviométrico
El régimen pluviométrico durante enero 2012 fue relativamente normal, con excepción de algunas regiones donde se presentaron anomalías negativas (Temuco, Puerto Montt y Punta Arenas con anomalías cercanas a -20 mm) y otras donde la precipitación mensual superó ligeramente el promedio climatológico (anomalías de +20 mm en Valdivia y Osorno) (Fig. 7). En contraste con este comportamiento, el mes de febrero fue considerablemente más lluvioso que lo normal en la región centro – sur del país (Chillán – Puerto Montt), registrándose un superávit superior a +60 mm en Chillán, Valdivia y Puerto Montt. Cabe señalar que estudios previos identifican este comportamiento anómalo como característico durante veranos que coinciden con una condición de La Niña. Por otra parte, la persistencia de este fenómeno también es coherente con las lluvias por encima del promedio climatológico que se registraron en la región altiplánica del norte del país durante el periodo enero – febrero 2012. En particular, de acuerdo a información entregada por la Dirección General de Aguas del Ministerio de Obras Públicas, la precipitación acumulada desde el 1 de enero hasta el 29 de febrero alcanzaba 233.0 mm en Chapiquiña (I Región), 72.5 mm en el embalse Conchi (II Región), y 4.5 mm en Calama, superando ampliamente los 105.0 mm, 13.0 mm y 1.2 mm correspondientes a los respectivos promedios climatológicos (Ref.:www.dga.cl/productosyservicios/informacionhidrologica)

En la Fig. 8 se muestra la distribución de los eventos de precipitación entre diciembre y febrero. La precipitación durante enero se asocia principalmente a dos eventos de lluvia que abarcaron la región al sur de los 35° S. El primero se extendió entre los días 8, 9 y 10, desde Chillán al sur, con valores diarios superiores a 15 mm el día 9 (15.8 en Valdivia; 17.4 en Osorno; 19.2 mm en Puerto Montt). El segundo episodio, observado desde Concepción al sur, se extendió entre el 27 y el 30 de enero, registrándose las lluvias más abundantes durante los últimos dos días del evento. Durante febrero los episodios de precipitación fueron más frecuentes y de mayor intensidad. Los más significativos ocurrieron los días 15 – 19 desde Chillán al sur, y 24 – 29 desde Curicó al sur. Las lluvias más intensas se registraron en el primer episodio con valores diarios que superaron los 40 mm entre los días 16 y 18 (43.0 mm en Puerto Montt el día 16; 46.6 mm en Valdivia y 40.5 mm en Osorno el día 17; 67.8 mm en Chillán el día 18).

Con el objeto de proporcionar una visión más completa de lo ocurrido durante el semestre primavera – verano 2011/2012, se presentan en las Figs. 9 a 14 la evolución de la precipitación a partir de octubre 2011 en estaciones meteorológicas desde Concepción al sur. En general la temporada primavera – verano fue anormalmente seca en la región centro-sur y austral del país, especialmente hasta mediados de febrero, cuando el déficit era cercano o superior a -50% en la precipitación acumulada desde el 1 de octubre. Este es el caso de Concepción (Fig. 9) y Temuco (Fig. 10). Las precipitaciones relativamente intensas a fines de febrero y los primeros días de marzo redujeron significativa el déficit, como se aprecia en la evolución de la precipitación acumulada en las estaciones mencionadas, así como también en Puerto Montt (Fig. 11) y Coyhaique (Fig. 12). En el extremo sur del país la temporada completa primavera – verano ha sido deficitaria en lluvias, lo que se aprecia en un aumento sostenido de la diferencia entre el valor acumulado de precipitación en Punta Arenas en comparación con lo esperado de acuerdo al promedio climatológico (Fig. 13).

Régimen Térmico
Continuando la condición anómala descrita en el boletín anterior para noviembre y diciembre, los meses de noviembre y diciembre de 2011 fueron anormalmente cálidos, lo que se manifiesta en los promedios de temperatura máxima diaria y temperatura mínima diaria.

En lo que respecta a los promedios mensuales de temperatura máxima diaria (Fig. 14, paneles superiores), durante enero estos fueron superiores a los respectivos promedios climatológicos en la mayoría de las estaciones consideradas, con excepción de las correspondientes al sector costero del norte del país (Arica, Iquique, Antofagasta) donde las anomalías negativas se asocian probablemente a la presencia de aguas superficiales anormalmente frías en la costa. Durante febrero persistieron las condiciones anormalmente cálidas en la región central del país. Por el contrario en las estaciones del sur del país desde Valdivia al sur el promedio de temperatura máxima diaria fue inferior al promedio climatológico, lo que se asocia a un aumento de la nubosidad asociado a una mayor actividad frontal.

El diagrama espacio – tiempo incluído en la Fig.15 muestra la evolución de las anomalías de temperaturas extremas diarias a lo largo del país, desde La Serena al sur. Se advierte una fuerte persistencia de temperaturas máximas diarias por encima del promedio climatológico durante diciembre y enero, en contraste con las anomalías térmicas negativas que predominaron durante febrero, especialmente en la región austral.

Circulación Atmosférica
Los patrones de circulación atmosférica a nivel hemisférico difieren significativamente entre enero y febrero (Fig. 16 y Fig. 17), lo que es coherente con las diferencias descritas en el régimen pluviométrico durante ambos meses. En enero, tanto el campo de anomalías de presión a nivel del mar, como el de altura geopotencial de 500 hPa, se caracterizaron por una estructura típica de la fase positiva de la Oscilación Antártica, con predominio de anomalías positivas en latitudes medias (incluyendo la región más austral de Sudamérica) y anomalías de signo opuesto sobre la Antártica y la región oceánica adyacente. Este patrón de anomalías cambió drásticamente durante febrero, cuando predominaron anomalías negativas en latitudes subtropicales y medias. En particular, la presencia de anomalías anticlónicas en los campos de presión y de altura geopotencial sobre una extensa región en latitudes altas del Pacífico sur favoreció un desplazamiento hacia el norte de los sistema frontales, lo que favoreció la ocurrencia de lluvias abundantes en la región centro-sur del país durante febrero.

Condiciones en Santiago
El verano 2012 fue anormalmente cálido en Santiago, especialmente durante febrero cuando predominó una anomalía igual o superior a +2.0ºC en la temperatura media (Fig. 18). Esta situación también se refleja en la evolución de las temperaturas extremas diarias durante enero y febrero (Fig. 19). Durante enero la temperatura máxima diaria en la estación Quinta Normal tuvo un comportamiento fluctuante entre una condición anormalmente cálida y una condición cercana al promedio climatológico o inferior a el. Durante febrero predominó una condición anormalmente cálida durante todo el mes, registrándose el valor más alto del bimestre el día 9, cuando la máxima diaria alcanzó 34.9ºC.  En lo que respecta a la evolución de la temperatura mínima diaria, predominaron las anomalías positivas, excepto en el periodo comprendido entre el 23 de enero y el 4 de febrero cuando los valores fueron cercanos al promedio climatológico.

No se registraron lluvias en la estación Quinta Normal durante enero 2012, y durante febrero se registraron solo trazas de precipitación el día 24 asociado a un sistema frontal que afectó a partir de ese día las regiones centro-sur y austral del país.