Resumen ejecutivo El evento La Niña, que comenzó a desarrollarse durante el otoño del año 2007, alcanzó su máxima intensidad durante enero y principio de febrero de 2008, con anomalías negativas de la temperatura superficial del mar (TSM) en más de 2.0ºC por debajo del promedio climatológico en la región Niño 3.4 del Pacífico ecuatorial. En forma consistente con este comportamiento anómalo del sistema climático, el 2007 finalizó con un significativo déficit pluviométrico en gran parte de Chile, que fue superior a -90% en la Tercera Región, del orden de -60% en la Cuarta Región, y entre -40% y -50% en distintos sectores de la región comprendida entre Santiago y Coyhaique. El déficit pluviométrico se agravó durante el verano en la zona centro-sur del país, donde en forma contraria a lo esperado, dada la ocurrencia del evento La Niña, se registró un fuerte déficit de precipitación. La evolución del actual evento La Niña está mostrando algunos rasgos poco frecuentes en evento pasados. En particular, el núcleo de máximas anomalías negativas de TSM ha mostrado un sostenido desplazamiento hacia el Oeste. Así, dicho máximo se registró entre octubre y noviembre en la región ecuatorial más cercana a la costa sudamericana (región Niño 1+2); a principios de noviembre en la región Niño 3; y durante febrero en las regiones Niño 3.4 y Niño 4. En la región Niño 1+2, más próxima a la costa sudamericana, ha ocurrido una transición relativamente rápida entre una condición anormalmente fría que persitió hasta noviembre pasado, y una condición anormalmente cálida a partir de febrero, lo que ha condicionado el desarrollo de lluvias intensas y aluviones en la costa norte de Perú, configurando un cuadro local típico de un evento El Niño. Durante esta transición las aguas superficiales permanecieron anormalmente frías y los vientos alisios anormalmente intensos en el Pacífico ecuatorial central, lo que es típico de un evento La Niña. Sin embargo, desde mediados de febrero la anomalía térmica negativa en la TSM se está debilitando, particularmente en la región Niño 3, donde evolucionó de -1.6ºC el 13 de febrero a -0.6ºC el 5 de marzo. Aunque la mayoría de los modelos de pronóstico indica que durante el próximo invierno todavía persistirá condiciones de TSM típicas de un evento La Niña de intensidad entre leve y moderada, existe la posibilidad de un rápido calentamiento de las aguas superficiales en el Pacífico ecuatorial central de la forma como ha ocurrido junto a la costa norte de Perú. El verano 2008 fue excepcionalmente cálido con temperaturas máximas diarias cuyos promedios mensuales de enero y febrero superaron en más de +2.0ºC los respectivos valores climatológicos en la mayoría de las estaciones al sur de Santiago (33ºS), y en más de +4.0ºC, durante febrero, en la zona comprendida entre Temuco (38.7ºS) y Balmaceda (46ºS). Sistema océano-atmósfera en el Pacífico ecuatorial Se describe la evolución de diversas variables atmosféricas y oceánicas del sistema océano-atmósfera en el Pacífico ecuatorial hasta principios de marzo de 2008. Oscilación del Sur (OS) Vientos Alisios y temperatura del océano
en el Pacífico ecuatorial El comportamiento descrito en la componente zonal del viento superficial es consistente con la evolución de las anomalías de temperatura superficial del mar en el Pacífico ecuatorial. Así, si bien hubo un fuerte predominio de anomalías negativas de TSM durante enero y febrero, se aprecia un debilitamiento de éstas en la región más oriental, donde incluso se establecieron anomalías térmicas positivas a fines de febrero, las cuales se han están estado expandiendo hacia el Oeste. Este evolución también se aprecia en los índices de TSM (Fig. 4). Mientras que en la región Niño 4 (160ºE -150ºW) continuaba manifestándose a principios de marzo una condición anormalmente fría, con una anomaía de TSM que se mantenía cercana a -1.5ºC, en el otro extremo de Pacífico ecuatorial (región Niño 1+2) el proceso de normalización de las anomalías térmicas negativas, que comenzó durante diciembre pasado, derivó durante febrero en el establecimiento de anomalías positivas de TSM, las cuales a principios de marzo alcanzaban valores cercanos a +1.0ºC. Esta situación local, compatible con la observada durante un evento El Niño, ha favorecido el desarrollo de fuertes precipitaciones e inundaciones en el sector costero del norte de Perú. En las regiones intermedias, se aprecia desde mediados de febrero un rápido debilitamiento de las anomalías negativas de TSM, tanto en la región Niño 3.4 (170ºW – 120ºW) como en la región Niño 3 (150ºW – 90ºW), donde cambió de -1.6ºC el 13 de febrero a -0.6ºC el 5 de marzo. La evolución futura del evento La Niña depende en buena medida del desarrollo que está ocurriendo en el Pacífico ecuatorial oriental. Aunque las anomalías positivas de TSM que se han establecido en esa región son de carácter muy superficial (Fig. 5), el debilitamiento asociado de la intensidad del viento debería favorecer una menor surgencia ecuatorial durante las próximas semanas, y por esa vía, la persistencia y fortalecimiento de las anomalías térmicas positivas en la franja ecuatorial, lo cual aparentemente está ocurriendo, según lo que indican las Fig. 4 y la Fig. 6. Perspectivas futuras Existen señales relativamene contradictorias respecto a la evolución que tendrá el actual evento La Niña en el Pacífico ecuatorial central. Por una parte, el rápido debilitamiento que se observa desde mediados de febrero de las anomalías negativas de TSM en las regiones Niño 3 y Niño 3.4, sumado a la rápida evolución hacia condiciones típicas de un evento El Niño en la región ecuatorial junto a la costa de América del Sur, sugiere que podría ocurrir un colapso relativamente rápido del actual evento La Niña en el Pacífico ecuatorial central. Sin embargo, los resultados de la mayoría de los modelos de pronóstico de la TSM en la región Niño 3.4 sugieren que las anomalías térmicas negativas que caracterizan el actual evento La Niña persistirán hasta el proximo invierno con una intensidad entre leve y moderada (Fig. 7). Aspectos climáticos en Chile Se analiza la evolución de las anomalías de temperatura y de precipitación en Chile durante los meses más recientes en base a la información proporcionada por la Dirección Meteorológica de Chile (DMC) y se describe el contexto de la circulación atmosférica regional en el cual estas anomalías ocurren, con apoyo de información obtenida en el Centro Nacional de Predicción del Medio Ambiente de EE-UU (NCEP). Regimen Pluviométrico De todos modos, es preciso dejar establecido que el comportamiento del régimen pluviométrico durante enero y febrero fue opuesto a lo esperado, dada la existencia de un evento La Niña relativamente intenso en el Pacífico ecuatorial. En el pasado, tales eventos se asociaron mayoritariamente a la ocurrencia de lluvias estivales más abundantes que el promedio climatológico en la región altiplánica del extremo norte del pais (18-23°S), y en la zona comprendida entre Temuco (39ºS) y Puerto Montt (42ºS), aproximadamente. En la región altiplánica del norte de Chile (18-23°S) la precipitación fue superior a lo normal durante enero, con un superávit cercano al 90%, mientras que febrero fue deficitario. En la Fig. 10 se muestra la evolución de la precipitación diaria durante enero y febrero en Putre (18.2ºS, 69.5ºW). Se destaca el contraste entre la alta frecuencia de días con precipitación hasta el día 20 de enero, con la ausencia de lluvias en el periodo posterior hasta fines de febrero, cuando volvieron a registrarse precipitaciones significativas. En la región sur del país, la escasez de precipitación estival es particularmente preocupante, puesto que agrava una situación de déficit que ya era importante al 31 de diciembre pasado. Específicamente, en Puerto Montt y Coyhaique el año 2007 finalizó con déficit de -30% y -42%, respectivamente. Regimen Térmico La evolución diaria de las temperaturas extremas diarias que se presenta en la Fig. 13, indica la ocurrencia de un periodo anormalmente cálido al sur de Concepcion (37ºS), que comenzó alrededor del 21 de enero, y que salvo una breve interrupción a mediados de febrero, se extendió hasta fines de ese mes. Destaca la ocurrencia de temperaturas máximas diarias superiores a 30ºC entre Temuco y Balmaceda entre el 22 y 25 de enero, y luego entre el 27 y el 30 del mismo mes. Por otra parte, en Temuco, Valdivia y Osorno, temperaturas máximas que bordearon o sobrepasaron los 30ºC se volvieron a registrar con una alta frecuencia durante febrero. Las temperaturas mínimas mostraron una evolución similar, aunque la magnitud de las anomalías positivas fue menor. Circulación Atmosférica La evolución diaria de las anomalías de altura geopotencial en 500 hPa durante enero y febrero de 2008 frente a Chile (70-80°W), muestra un predominio de anomalías positivas en la región sur y austral asociado a dorsales de gran escala, especialmente durante los períodos 15 enero - 11 febrero y 18 - 28 febrero (Fig. 15).Dicha condición atmosférica favoreció la baja precipitación y la presencia de episodios cálidos extremos de 2 a 3 días de duración con anomalías positivas diarias que superaron los 10ºC entre Temuco y Punta Arenas. Condiciones en Santiago La evolución de la temperatura mínima diaria que se muestra en la Fig. 17 también muestra un alto predominio de anomalías positivas durante enero y febrero 2008, aunque de menor magnitud que en el caso de la temperatura máxima. Las anomalías mensuales fueron 1.2ºC en enero, y 1.0ºC en febrero. Durante enero y febrero no registraron precipitaciones en la estación Quinta Normal de Santiago.
|