Resumen ejecutivo

Durante el verano de 2011 el evento La Niña que se desarrolló en el Pacífico ecuatorial a partir de mayo de 2010 entró en la fase de debilitamiento. A fines de abril la temperatura del mar ya había alcanzado el valor medio climatológico en el sector más oriental del Pacífico ecuatorial, y las anomalías térmicas negativas continuaban debilitándose en el sector más occidental. Esta evolución fue acertadamente anticipada por los modelos de pronóstico, los cuales mayoritariamente indican que durante el próximo invierno la temperatura superficial del mar en el Pacífico ecuatorial se mantendrá cercana al promedio climatológico, situación que se asocia a un escenario incierto respecto de las características que tendrá el régimen pluviométrico en Chile central durante el 2011.

Sistema océano-atmósfera en el Pacífico ecuatorial

Se describe la evolución de diversas variables atmosféricas y oceánicas del sistema océano-atmósfera en el Pacífico ecuatorial hasta mediados de abril de 2011.

Oscilación del sur(OS)
Durante el verano de 2011 la Oscilación del Sur se mantuvo en la fase positiva, en forma coherente con la presencia de una condición La Niña en el Pacífico ecuatorial. A pesar que las anomalías negativas de temperatura superficial del mar en esta región se han debilitado, los valores del índice de la Oscilación del Sur, definido como la diferencia de valores normalizados de presión atmosférica entre Tahiti y Darwin, se han mantenido en la fase positiva sin que se advierta hasta ahora un debilitamiento significativo (Fig. 1). En efecto, los valores del índice en enero, febrero y marzo alcanzaron +2.0, +2.2 y +2.1, respectivamente, que derivaron de anomalías de presión cercanas a -1.8 hPa en Darwin, y a +2.8 hPa en Tahiti, como promedio durante los tres meses.

Vientos Alisios y temperatura del océano en el Pacífico ecuatorial
La evolución de la anomalía en la componente zonal del viento (componente E-W) en el nivel de 850 hPa (unos 1500 m por encima de la superficie) que se muestra en la Fig. 2 para tres regiones del Pacífico ecuatorial, tampoco dan cuenta de un cambio significativo en las condiciones que han caracterizado el evento La Niña. Luego de un debilitamiento de las anomalías negativas durante enero, éstas se volvieron a intensificar durante febrero y hasta mediados de marzo en las dos regiones al Oeste de 140ºW. En términos generales esta evolución también se registró en la componente zonal del viento en la superficie, de acuerdo a información entregada por las boyas del programa TAO que se presenta en el panel izquierdo de la Fig. 3. Sin embargo, en esta misma figura se advierte el establecimiento de anomalías positivas, de intensidad creciente, en el extremo occidental del Pacífico ecuatorial a partir de enero 2011, situación que no se registraba desde marzo del año anterior, justo antes del inicio del evento La Niña 2010-2011.

Respecto de la evolución de la temperatura superficial del mar (TSM) en el Pacífico ecuatorial, la Fig. 4 muestra que la migración hacia el Este de la iso-anomalía 0ºC ha sido lenta desde diciembre 2010 cuando alcanzó su máxima posición hacia el Oeste. Sin embargo el establecimiento en febrero pasado de una condición más cálida que lo normal en el Pacífico ecuatorial oriental, sumado a una expansión hacia el Oeste de la región con estas características y de un debilitamiento generalizado de las anomalías térmicas negativas dan cuenta de un debilitamiento del evento La Niña de modo que a mediados de abril en ningún sector del Pacífico ecuatorial la anomalía térmica negativa tenía una magnitud superior a 1.0ºC (panel derecho de Fig. 4). Este proceso de normalización de las condiciones térmicas en el Pacífico ecuatorial se advierte claramente en la Fig. 5, que muestra la evolución de la anomalía de TSM en cuatro regiones del Pacífico ecuatorial. Así, a principios de abril la condición era normal en las regiones Niño 1+2 y Niño 3, en tanto que en las otras dos regiones, Niño 3.4 y Niño 4, las anomalías negativas perdían intensidad, proyectándose una normalización completa durante mayo.

Perspectivas futuras

El evento La Niña 2010-2011 continúa perdiendo intensidad, aún cuando es necesario señalar que la componente atmosférica del fenómeno en el Pacífico ecuatorial, caracterizada por la intensidad de la componente zonal del viento en la parte baja de la troposfera, y el índice de Oscilación del Sur, ha mostrado una persistencia considerablemente mayor que la componente oceánica, caracterizada por la temperatura de la superficie del mar, la cual se encuentra en un proceso de normalización que debiese concluir durante mayo. De acuerdo con esta evolución y la que se proyecta durante las próximas semanas, el pronóstico estacional del régimen pluviométrico en Chile central durante el invierno 2011 es altamente incierto. En particular, el pronóstico probabilístico de precipitación para el periodo Jun-Jul-Ago 2011 en América del Sur, emitido por el IRI (International Research Institute for Climate and Society) en marzo del presente año, no se pronuncia sobre la condición que ocurrirá en Chile central, lo cual es consistente con la evolución proyectada de la anomalía de TSM en la región Niño 3.4 por un conjunto de modelos de pronóstico (Fig. 5) que en su mayoría anticipan una condición cercana a la neutralidad durante el próximo invierno. Estudios previos sobre el impacto de los eventos El Niño y La Niña en Chile central muestran que la presencia de una  condición neutra de TSM en el Pacífico ecuatorial no se asocia con ningún escenario pluviométrico específico.

Aspectos climáticos en Chile

Se analiza la evolución de las anomalías de temperatura y de precipitación en Chile durante los meses más recientes en base a la información proporcionada por la Dirección Meteorológica de Chile (DMC) y se describe el contexto de la circulación atmosférica regional en el cual estas anomalías ocurren, con apoyo de información obtenida en el Centro Nacional de Predicción del Medio Ambiente de EE-UU (NCEP).

Régimen pluviométrico
En las regiones VII a X el verano de 2011 se caracterizó por lluvias por encima del promedio climatológico durante enero y marzo, y por una condición relativamente seca durante febrero (Fig. 6). Dada la condición La Niña en el Pacífico ecuatorial se esperaba la ocurrencia de una condición más lluviosa que lo normal en la región entre Temuco y Puerto Montt, la cual sólo se verificó durante enero y marzo, pero no en febrero.

Durante el primer trimestre 2011, se observaron entre 15 y 35 días con precipitación (PP > 1 mm) entre Temuco y Punta Arenas. Entre las estaciones meteorológicas consideradas, la precipitación más intensa se registró en Puerto Montt el 21 marzo cuando se acumularon 35.2 mm. Por lo demás en el 70% de los eventos de lluvia, ésta fue relativamente débil, entre 1 y 10 mm por día (Fig. 7).
En la región altiplánica del norte de Chile (18ºS -23°S) la precipitación estival durante el trimestre Ene-Feb-Mar 2011, fue anormalmente abundante durante la segunda mitad de enero y primera quincena de febrero, con acumulaciones diarias que superaron los 10 mm por día, especialmente en la segunda Región de Antofagasta, entre 02 y 06 de febrero de 2011. Específicamente, en la localidad de Linzor, en el sector altiplánico frente a Calama, se registraron 4 días consecutivos con lluvias por encima de 10 mm, con un valor máximo cercano a 23 mm el día 4 (Fig. 8), en tanto que más al sur, en la provincia de El Loa, las lluvias de principios de febrero ocasionaron daños en las localidades de San Pedro de Atacama, Toconao, Socaire y Ollague. Más al norte, en la región altiplánica de la primera región también las lluvias fueron anormalmente intensas en febrero, registrándose un superávit de 190% en Putre (Fig. 9).

En el semestre octubre 2010 – marzo 2011 la precipitación fue deficitaria en Curicó (Fig. 10) y en Concepción (Fig. 11). Más al sur, en Temuco y Puerto Montt, aún cuando predominó un déficit de lluvia en gran parte del semestre, éste terminó en ambos lugares con una condición normal, como resultado de un periodo lluvioso durante la segunda mitad de marzo (Fig. 12; Fig. 13). En Coyhaique (Fig. 14) y en Punta Arenas (Fig. 15) la temporada primavera – verano comenzó con un régimen pluviométrico normal, generándose luego un déficit significativo como resultado de una condición relativamente seca durante diciembre y la primera mitad de enero.

Régimen térmico
Durante enero la temperatura máxima media fue anormalmente baja en la región norte del país, entre Arica y La Serena, con anomalías entre -1.7ºC y -0.4ºC. En el resto del país predominó una condición anormálmente cálida, destacándose las anomalías de +0.7ºC en Valparaíso, +1.0ºC en Temuco y +1.8ºC en Coyhaique (Fig. 16). En febrero, la condición más anómala se registró en las regiones centro-sur y sur del país, donde el promedio de temperatura máxima diaria superó en más de +1.0ºC el promedio climatológico en todas las estaciones desde Temuco al sur (cerca de +2.5ºC en Coyhaique y Balmaceda), lo que se asocia a una alta frecuencia de cielos despejados. En marzo, el promedio de la anomalía de temperatura máxima diaria estuvo en el rango +/- 1.0ºC, excepto en el extremo norte del paìs (Arica e Iquique), así como también en Chillán, Coyhaique y Balmaceda, donde se registró una anomalía térmica negativa de una magnitud superior a -1.0ºC.

En relación al régimen de temperatura mínima diaria, durante enero se registraron anomalías negativas cercanas a -1.0ºC en las estaciones costeras del norte del país (Arica, Iquique, Antofagasta) y condiciones anormalmente cálidas en estaciones del centro y sur del país (Curicó, Valdiva y Balmaceda, en Fig. 17). Durante febrero, predominaron temperaturas mínimas diarias por encima del promedio climatológico entre Arica y Valdivia. En marzo, las temperaturas mínimas fueron relativamente normales, excepto en el sector costero entre entre Arica y Antofagasta, donde se registraron anomalías entre -0.9ºC y -1.0ºC, así como también en la región centro-sur (anomalía de -0.9ºC en Osorno).

La evolución diaria de las anomalías de temperatura máxima diaria, entre La Serena (30ºS) y Punta Arenas (53ºS) que se presenta en la Fig. 18, da cuenta de la ocurrencia de 5 episodios cálidos (2 en enero, 2 en febrero y uno en marzo), con una duración entre 5 y 10 días. El episodio más intenso, entre los días 8 y 14 de febrero, se extendió entre Chillán y Punta Arenas, con anomalías positivas entre +6ºC y +8ºC. Durante ese período, se registraron las temperaturas máximas diarias más altas del verano 2011, con 38.0ºC en Gorbea, 36.9ºC en Temuco, 34.6 ºC en Osorno y Santiago y 33.0ºC en Coyhaique. La fuerte caida en la temperatura máxima durante la segunda semana de marzo, se asocia al paso de un sistema frontal que el día 11 generó precipitaciones entre Valparaiso y Punta Arenas.

Respecto de la evolución de las anomalías de la temperatura mínima diaria, se registró una condición anormalmente fría en la zona central y sur entre la última semana de enero y primera de febrero (Fig. 18, panel inferior). Otro periodo anormalmente frío se estableció al sur de Temuco a partir de la tercera y cuarta semana de febrero. A partir de la segunda mitad de marzo, se registró nuevamente una condición fría entre Curicó y Coyhaique, con anomalías negativas entre -2ºC y -4ºC, como resultado de la entrada de una masas de aire frío al continente, originado por el paso de sistemas frontales de características débiles.

Circulación atmosférica
En la Fig. 19 se presentan los patrones hemisféricos del campo de altura geopotencial de 500 hPa, y de presión a nivel del mar durante enero, febrero y marzo de 2011. Durante enero, el anticiclón subtropical del Pacífico sur se extendió más al oeste de su posición normal, con su núcleo de 1025 hPa posicionado en la latitud 30ºS y longitud 110ºW. Esta condición se reflejó en el hecho que en Isla de Pascua, la anomalía promedio mensual  de la presión atmosférica alcanzó  +4.4 hPa. Al sur de los 42ºS, persistieron anomalías negativas de presión a nivel del mar y altura geopotencial en 500 hPa, asociado a la alta frecuencia de sistemas frontales, y centros de baja presión que afectaron el extremo sur de Chile. Durante febrero, el patrón de anomalías de altura geopotencial sobre el Pacífico sur, fue similar pero más débil a lo observado en enero, además, las condiciones anticiclónicas se extendieron en gran parte de Sudamérica. A nivel hemisférico, el patrón de anomalías de altura geopotencial y de presión a nivel del mar mostró las estructura típica de la fase positiva de la Oscilación Antártica. Estaciones de monitoreo de la presión atmosférica en Chile, mostraron anomalías positivas en Isla de Pascua (+2.3 hPa), Balmaceda (+3.0 hPa) y Punta Arenas (+2.2 hPa) y anomalías negativas presente en Juan Fernández (-0.7 hPa), Temuco (-2.4 hPa), y Antofagasta (-1.2 hPa).  En marzo, las anomalías negativas de presión en el Pacífico sur, próximo al borde oeste del extremo sur de Sudamérica, se asocian a una mayor actividad frontal y ocurrencia de eventos de precipitación.

Condiciones en Santiago
En la Fig. 20 se muestra la evolución de la anomalía diaria de la temperatura media en la estación Quinta Normal de Santiago, obtenida del promedio entre la temperaturas máxima y mínima diarias. En promedio el verano 2011 fue más cálido que lo normal, siendo la anomalía térmica cercana a +0.5ºC en enero, febrero y marzo. Se registraron periodos anormalmente cálidos entre el 22 de enero y 06 de febrero, y luego otro a fines de febrero y principios de marzo. Entre el 11 y 13 de febrero ocurrió un período relativamente frío, asociado al paso de un sistema de baja presión segregada que afectó la zona central del país. El periodo anormalmente frío que se registró a mediados de marzo está asociado a la irrupción de un masa de aire asociada a un frente frío que afectó gran parte del país desde la V Región hacia el sur.

En la Fig. 21 se presenta la evolución de la temperatura máxima diaria en la misma estación, durante enero, febrero y marzo de 2011. A partir del 5 de enero y hasta aproximadamente el 10 de febrero predominó una condición anormalmente cálida. Los valores más altos se registraron el 28 de enero (34.0ºC), el 1 de febrero (33.7ºC) y el 14 de febrero (34.6ºC). A partir del 13 de marzo, y luego del paso de un sistema frontal frío, se produce una brusca caída de la temperatura máxima alcanzando el valor más bajo del trimestre, con 16.6ºC, el 15 de marzo. De todos modos, la anomalía promedio de la temperatura máxima diaria fue positiva en los tres meses: +0.7ºC en enero, +0.3ºC en febrero y +0.4ºC en marzo.

En la Fig. 22 se aprecia la ocurrencia de tres periodos en que la temperatura mínima diaria excedió en forma significativa el promedio climátológico: uno a fines de enero, entre el 23 y 28 cuando en días consecutivos la mínima superó los 15.0ºC. El otro periodo relativamente cálido se registró a principios de febrero y un tercero a principios de marzo.

El único evento de precipitación durante los meses de enero, febrero y marzo 2011 en Santiago ocurrió entre el 9 y 10 de febrero, asociado a un sistema de baja segregada, registrándose un total de 3.1 mm de lluvia en la estación Quinta Normal. En las regiones de Valparaíso, Metropolitana y O’Higgins las lluvias asociadas a este sistema estuvieron acompañadas por tormentas eléctricas.